¿Imaginas tener una lámpara mágica donde atesorar todas las vivencias de tu boda?
Nervios. Risas. Romance. Alegría. Locura. Abrazos. Familia. Ilusión. Lágrimas. Felicidad. Amigos. Compromiso. Besos. Más besos. Muchos besos.
Coger todas y cada una de ellas y meterlas ahí con mimo y mucho cariño. Tener tan solo que frotarla un poquito para poder disfrutar de ellas una y otra vez. Y volver a sentir las mismas emociones, dejarte embriagar por los sentimientos y volver a notar el corazón contento.
Para siempre.
Cuando quieras.
Todas las veces que quieras.
Casarse es un paso muy importante en la vida de una persona
Un día al que se le dedican infinidad de horas de planificación, y recursos no solo económicos sino también emocionales, y que al final va a pasar a la velocidad de la luz.
Sí, es cierto. No es una utopía o una leyenda urbana. El día de la boda pasa rápido. Y los nervios y las emociones que se viven son tan intensas que a veces hasta bloquean la memoria.
Habrá cosas de las que no te acordarás. Situaciones que escaparán a tus ojos. Emociones, instantes y anécdotas que serán las encargadas de darle vida a un día tan vuestro.
Y allí estaremos nosotros. Cómplices y cámara en mano para no dejar escapar ni una. Y capturarlos todos para convertir cada momento en un recuerdo único.