Existe una gran diferencia entre contratar para una boda un servicio fotográfico y querer construir algo inmensamente grande para vosotros mismos. Una boda es ilusión y en Daniel Colleman lo saben perfectamente. Su estilo refleja los momentos felices e inmortaliza todo aquello que debe perdurar en la memoria tratando no sólo de crear unas imágenes bonitas, sino de plasmar el espíritu de dos personas enamoradas.
Su estilo está basado en una máxima y es que la fotografía debe de ser un servicio adicional al día y no algo de lo cual haya que estar continuamente pendiente. A la vuelta de la luna de miel os brindarán un reportaje de calidad y que resuma perfectamente lo acontecido. Están para lo que necesitéis y podéis contar con ellos desde principio hasta el final del día.
Su estilo no está basado en las fotografías clásicas de posado de toda la vida. Son magos de la instantánea, capturando cada instante y cada sonrisa con una naturalidad perfecta que son el reflejo del amor que inunda ese día. Se nota en cada foto que disfrutan con lo que hacen, que llevan años de experiencia y muchas bodas a sus espaldas, implicándose al máximo con los novios para intentar sacar lo mejor de vosotros.
Conozco a Daniel solo de internet , su trabajo me encanta , es mi modelo ... por el futuro intentare ir a un curso suyo ...