Desde 1910, la familia Domenech se ha dedicado a la alta joyería. Casi un siglo después de la apertura de su primera tienda, la tradición y la exclusividad siguen siendo los pilares fundamentales de la marca.
Especialistas y técnicos en diamantes y piedras preciosas, los artesanos de la familia Domenech han hecho de su cultura empresarial un sinónimo de confianza y seriedad.
Sus productos de alta joyería, con creaciones y diseños propios, destacan por su belleza y calidad, consiguiendo que en sus piezas resalte siempre el valor intrínseco de las piedras.
Su vocación por ofrecer siempre la mejor atención y asesoramiento a los clientes se ha convertido, con el paso del tiempo, en un sello distintivo de Domenech Joyeros, quiénes reconocen que la importancia de una buena elección en la alta joyería reside en la exclusividad y la singularidad de cada pieza.