Hotel Ercilla es un hotel que se estableció rápidamente como un auténtico punto de interés en Bilbao, convirtiéndose en poco tiempo en unos de los principales motores sociales de la ciudad, acogiendo a todas las personalidades que les visitaban y participando de manera activa en eventos, tradiciones y adquiriendo especial arraigo y renombre entre los bilbainos por su aporte a la Semana Grande.
Desde entonces ha sido renovado regularmente hasta convertirlo hoy día en un moderno hotel de diseño con servicios e instalaciones a la vanguardia de la hostelería actual, adaptado a las nuevas tendencias y necesidades y asentado como uno de los establecimientos con mayor reputación de la ciudad, no solamente dentro del sector hotelero.
Disponen de toda una amplia gama de servicios que completa la mayor oferta de alojamiento de Bilbao: una de las más prestigiosas ofertas gastronómicas, exclusivos quioscos de venta de productos o una carta de tratamientos de belleza y salud. También disponen de un servicio privado de transfer en coche de lujo desde y al aeropuerto de Bilbao.
Hace 3 meses celebré mi boda en el Ercilla con 170 invitados y estoy completamente descontenta con el servicio.El hotel ofrece un pianista durante la hora del coctel como obsequio. Pues llegó el día de la boda y el pianista no apareció. Al de unos días pedí una explicación, del por qué no había aparecido y el por qué no nos habían avisado en ningún momento. Su respuesta: el pianista se puso enfermo.Pedí una compensación u otro tipo de obsequio por incumplimiento de contrato y el hotel me dice que no podía ser ya que al ser un obsequio este no está en la factura y no nos puede hacer ningún tipo descuento u otro regalo.La ausencia del pianista desmereció todo el coctel. (podían haber buscado a otro pianista o incluso un violinista, pero decidieron que lo más sencillo era no hacer absolutamente nada; ni si quiera avisar a los novios.
Para colmo, me pasa una factura de más de 500 euros de una serie de manteles que se quemaron en la cena con unas bengalas, las cuales me dieron permiso para encender dentro del hotel sin ningún tipo de impedimento.
UNA VERGÜENZA