Las Lagunas de las madres ofrece un entorno completamente natural a tan solo 15 minutos de Madrid, en Arganda del Rey.
Sus instalaciones están completamente pensadas para celebrar una boda con encanto en un enclave natural para que paséis un día inolvidable junto a vuestros seres queridos. Podéis disfrutar de todos los rincones que posee esta finca como las zonas arboladas, los elegantes salones, jardines con carpas o la pista de baile al aire libre entre otros.
Crean una atmósfera mágica con la calidad de sus cocinas propias, en las que usan siempre las mejores materias primas logrando sabores impecables. Cuentan con un equipo de excelentes profesionales entre cocineros, maitres, camareros y animadores para cubrir todas tus necesidades.
Existen diferentes menús a elegir, entre menús especiales e infantiles. Tus invitados disfrutarán del mejor entorno en un día que no olvidarán.
Volvería a elegirlo mil veces
¡Encantada! El sitio nos enamoró desde el primer día que lo vimos, es un paisaje precioso y Javier ya nos acabó de convencer enseñándonos el tipo de platos que ofrecían, enseñandonos fotos y explicandonos cada plato a la perfección... ¡daban ganas de comerse todos!
Queríamos un sitio al aire libre con naturaleza y que se comiera muy bien, que tuviera cocina propia, y cumplieron todas las expectativas. Todo salió de maravilla.
Pusimos varios corners en el cóctel: arroz, jamón, quesos, cervezas que encantaron...
La gente se fue muy contenta. Recalcar el trabajo de Javier y de Iñigo, que estuvieron atentos a todo, y del DJ, que hizo que la fiesta fuera superanimada sin poner pegas a nada.
Muchas gracias por hacer que nuestro día saliera todo genial.
Contar con Las Lagunas de las Madres para celebrar nuestra boda fue todo un acierto. Habíamos visitado más de 10 fincas en todo Madrid y cuando llegamos a ésta finca no tuvimos duda de que queríamos celebrar nuestro enlace allí.
En cuanto al entorno… es algo especial, bonito, tranquilo y maravilloso, las lagunas le dan un toque romántico y elegante. Por otro lado, en la primera visita Javier nos contó un poco como trabajaban, nos enseñó la carta y quedamos muy contentos con todo lo mostrado. Una vez nos decidimos, firmamos el contrato y pagamos una señal en concepto de reserva.
Nosotros reservamos la finca año y medio antes de nuestra boda con la mala suerte que nos ha tocado vivir la situación del COVID19 de por medio… Pese a esto, solo tenemos palabras bonitas hacia el restaurante.
En todo momento durante los meses de confinamiento estuvo Javier dándonos las indicaciones de qué hacer y cómo poder celebrar la boda, siempre con una positividad impecable. Nos pusieron todas las facilidades existentes para que el enlace fuera adelante, como celebración 100% en exterior utilizando todo el espacio que disponen en la finca (ya que la otra boda que se hacía a la misma vez que la nuestra fue anulada) y medidas de seguridad como toma de temperatura, separación entre mesas y en ceremonia, gel hidroalcohólico, etc.
Por otro lado, el momento de la celebración fue extraordinario. Teníamos mucho miedo dado que fuimos la primera boda que se celebraba post-confinamiento pero todo salió mejor de lo que esperábamos. Aprovechamos también para nombrar a Iñigo, nuestro metre, que estuvo pendiente en todo momento de cualquier cosa que necesitáramos los novios y de que la velada saliese estupendamente. La comida fue un éxito, tanto el cocktail como la cena. Hemos recibido elogios de los invitados constantemente.
Solamente volver a dar las gracias a Javier, Iñigo, Vanesa y a todos los que estáis detrás porque habéis hecho que nuestro día sea tan especial como hubiésemos deseado.
¡Volveremos a vernos!