Esta increíble finca tiene sus lindes entre los municipios de Las Rozas, Galapagar y Torrelodones a tan sólo 18 minutos del centro de Madrid. El entorno, los exteriores, los atardeceres, las vistas... dejarán a vuestros invitados completamente atónitos.
Se trata de una construcción singular que se inició en el primer cuarto del siglo XX y fue finalizada en los años 50 por el prestigioso arquitecto madrileño Jose María Cabanyes, dotando a su salón principal de una impresionante cubierta de cerchas vistas de madera de roble sin columnas verticales, consiguiendo una impresionante estética cálida y elegante. Los grandes ventanales realzan las impactantes vistas del entorno.
Las extraordinarias terrazas en varias alturas, dominadas por un magnífico conjunto de cedros y pinos proporcionan unos espacios con sombras naturales donde poder disfrutar en el exterior de los magníficos atardeceres de cualquier estación del año.
Esta extraordinaria finca está dotada de todos los servicios necesarios, su amplio salón, su recibidor y su casa de baños, confieren una estructura arquitectónica absolutamente ideal para cualquier planteamiento. Su cuidada decoración hará que vuestro día se convierta en inolvidable para todos vuestros invitados.
Os ofrecerán la mejor gastronomía con la profesionalidad de AGA Catering de Gourmet. Su directora de cocina ha sido premiada en Madrid Fusión. Los años de experiencia dedicados en exclusiva a esta división de la gastronomía, les permiten aseguraros que su servicio es del máximo nivel.
Conocíamos ya la finca de otra boda anterior, y como invitados habíamos quedado maravillados. Así que la elección fue fácil, y a la hora de buscar fincas por Madrid nada se le acercaba. Tienes una finca preciosa, en medio del campo, con vistas espectaculares a Madrid y un atardecer espectacular. El equipo ha sido ejemplar y servicial en todo momento, pero sobre todo en las últimas semanas cuando tocaba ir rematando detalles, y el propio día de la boda, que se preocuparon de que no nos faltara nada y de que disfrutáramos como se merece nuestro día tan especial. A dos días de la boda empezaron a anunciar mucho frío, y el equipo se puso manos a la obra preparando "setas" de calor, y dejando la chimenea a punto. Los espacios y las vistas son tan buenos como el cátering y el equipo, MIL gracias Najaraya.