El Palacio de Valdesoto, situado en Asturias, es un antiguo palacio cuya construcción data del siglo XVII. También es conocido por ser la Casa de los Carreño-Solís o el Palacio del Marqués de Canillejas. Se trata de un lugar de belleza singular decorado al más puro estilo clásico y en el que podréis celebrar una boda clásica y elegante.
En su interior existen unos amplios y cuidados jardines de 70.000 metros cuadrados en los que podréis realizar un bonito reportaje fotográfico de recuerdo. La edificación sigue un estilo barroco, aunque ha sido reformado posteriormente guardando sus líneas generales. Además, fue declarado en 2006 Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento.
Podréis celebrar una ceremonia civil en sus exteriores y continuar celebrando en su amplio salón interior, decorado con un estilo único. Si lo que deseáis es una boda religiosa podréis celebrarla en la capilla del propio palacio.
El dueño( encargado), un impresentable, quiso parar la boda porque habian tirado jabon en el baño, no queria poner el baile, no queria poner copas por si se emborrachaban los invitados, pues eran chicos jovenes que lo unico que hicieron fue hacer un poco de ruido en la cena.
Jorobo la boda a los novios y sus familias que tuvieron que estar toda la noche negociando con el.
El ultimo sitio del mundo para hacer una boda, aparte de que se pone a la puerta la guardia civil a hacer control de alcoholemia.
El lugar más bonito de Asturias para casarte.
Nos casamos el pasado 12 de julio en Oviedo y luego nos fuimos los 240 a Valdesoto para pasar un día maravilloso.
Paula os va a ayudar en todo, y las posibilidades de la finca son infinitas. los jardines son de cuento, el palacio perfecto para un cocktail en caso de lluvia, o para que lo visiten los invitados por su gran valor histórico, Y lo mejor, la galería que no tiene ninguna barrera visual, para celebrar con todos vuestros seres queridos el día más bonito de vuestras vidas.
La galería tiene unas cristaleras perfectas para disfrutar de las vistas del jardín, y de las montañas a lo lejos. Si hace calor se pueden abrir y practicamente comes en el jardín, como nos ocurrió a nosotros, que tuvimos un día de 10!
Si hay niños, tienen sitio más que de sobra para jugar y no enredar.
Todo es perfecto, id a verlo. A nosotros nos lo recomendó nuestro proveedor del catering (Isaac Loya, del Real Balneario de Salinas) y se lo agradeceremos eternamente, por descubrir el lugar perfecto para nuestra boda y porque además conocimos al dueño, amigo y gran persona.
Si lo ves, ya no te quieres casar en otro sitio. Está al lado de Oviedo, nosotros nos casamos en la catedral de Oviedo y no hay ni 20 km.
Yo no lo conocía y me enamoré...me volvería a casar allí!