Al norte, al sur, al este o al oeste. Da igual dónde se ubique tu pueblo, porque seguro que tiene algo que le hace especial y es por eso que tú y tu pareja habéis decidido dar el “sí, quiero” allí, en un entorno mágico que os llena de emoción y os trae grandes recuerdos.
Está claro que para cada una de nosotras nuestra localidad tiene ese algo que le hace único: porque es el de nuestra madre o padre, porque pasabas los veranos allí, porque en fiestas siempre volvéis o, sencillamente, porque naciste allí. El caso es que las bodas en los pueblos se viven de otra manera y si no que se lo digan a las que ya se han casado allí. Pero, ¿qué las hace diferentes? Estas son las 15 cosas que sólo entenderán las novias que se casan en un pueblo:
1. Reparto de invitaciones
Un tiempo prudencial antes del gran día la pareja reparte las invitaciones personalmente en casa de cada invitado. En ocasiones sucede que reciben ayuda por parte de los padres y son ellos los que les acompañan para dejarlas. Las familias pueden llegar a ser tan grandes que alguno de los novios no conozca a su familia por completo.
2. La ronda
En pueblos del sur, la noche antes de la boda se va a rondar a los novios. Esta es una tradición que consiste en ir primero a visitar al novio, en ocasiones con una agrupación musical, coro rociero o simplemente con objetos para hacer ruido y cantarle, llamando la atención y festejando que va a dar el “sí, quiero” al día siguiente, tomando algo en su casa. Después se va a rondar a la novia, de igual manera, y del mismo modo ésta invita a los amigos y familiares a tomar algo en su casa.
3. Todos los vecinos y vecinas tienen conocimiento de qué día hay boda
No es que haya un anuncio que lo publique ni tampoco se reparten octavillas para saberlo, sino que como ya sabéis el boca a boca es el medio de comunicación más rápido y, a veces, menos fiable. En los pueblos todo se sabe.
4. Saben quién se casa y “de quién eres”
O, al menos conocen parte de la tuya o de la de tu pareja. Aunque un pueblo sea grande, muchos vecinos saben cuál es tu árbol genealógico. ¡No lo olvides!
5. Las mujeres, especialmente, conocen hasta la hora del enlace
Coincidir con alguien que conoces en la peluquería, en el centro de estética o en la calle es muy común y pararte a hablar también. Esta es la clave para saber a qué hora se celebrará la boda.
6. Lugares para la ceremonia reducidos
Como es lógico, en los pueblos no hay muchos espacios para celebrar una ceremonia religiosa (las más comunes), por lo que éstos se reducen a dos, tres o cuatro, a lo sumo. En el caso de celebrar una boda civil puede que el Ayuntamiento o los juzgados sean los sitios donde casarse.
7. ¡A ver a la novia!
Eso es lo que deben pensar en algunos pueblos, ya que es típico que la familia del novio vaya a la puerta de la casa de la novia para verla salir vestida de novia. ¡Que no se pierda la tradición!
8. No sólo la familia del novio…
En los pueblos somos cotillas, es un defecto de nacimiento, y lo decimos sin ofender. Razón por la que la novia al salir de su casa se encuentra no solo a parte de su familia y la de su futuro marido, sino también a los vecinos de alrededor.
9. Caminando
Así es como la novia, acompañada de sus padres y familia va hasta el lugar del enlace y a no ser que viva cerca de la ermita, iglesia o Ayuntamiento, los invitados se pasearán por todo el pueblo con los ojos clavados del resto, cómo no.
10. La tradición torera
Se da en los pueblos del sur y consiste en que el novio recoge a la novia en carruaje o carro de caballos para llevarla al lugar de la ceremonia, acompañados de la madrina y el padrino. ¡Arte por los cuatro costados!
11. Vecinas no invitadas
Así es. Sucede en el 100% de los pueblos cuando hay una boda y es que al llegar al lugar del enlace muchas vecinas del pueblo NO invitadas a la boda esperan la llegada de la novia para verla, así como al resto de invitadas e invitados. Esto es algo normal, sabiendo los antecedentes que tenemos, pero no hace falta hacer fotografías, ¡por favor! Lo peor de todo es que a la salida, ¡siguen ahí!
12. Arroz a mansalva
En los pueblos somos muy bestias, ¡lo sabemos! Por eso a los novios normalmente no se les tiran pétalos de rosas y un poquito de arroz, sino que son bolsas enteras las que se “vierten” sobre los novios, una de las tradiciones de las bodas que deberían desaparecer.
13. Exceso en el banquete
¿Quién no ha ido a una boda en la que el banquete ha durado tres, cuatro y hasta cinco horas en las que no se para de comer y beber? Aunque parezca difícil, ¡sucede! Llegado este momento, los novios a veces pecan de hacer servir comida en exceso. No es necesario incluir 20 variedades de aperitivos en el cóctel y un menú con cuatro platos. La comida en su justa medida y con un toque culinario apropiado puede ser todo un éxito.
14. Ramos para la madre y la madrina
En los pueblos es muy habitual que la novia regale a su madrina, normalmente la madre del novio, y también a la suya propia un ramo de flores como detalle o agradecimiento por todo el apoyo que les han proporcionado durante los meses previos al gran día. Bueno, por esa razón y porque son personas muy importantes para ambos.
15. Momento sobre
Sí. Todas sabemos a lo que nos referimos. Se trata de regalarles o “cumplirles” a los novios (o a los padrinos) con un sobre en el que va el dinero, ¡momento de lo más embarazoso! Desde Zankyou lo tenemos claro: deberíamos modernizarnos y empezar a utilizar las listas de boda de Zankyou, ¡una idea de lo más original y elegante!
A pesar de todo ello, hay que sentirse orgullosos de nuestros pueblos, casi 19.000 en toda España, y hay que seguir defendiendo algunas de sus tradiciones mientras que modernizamos y creamos otras más bonitas y románticas. Así que novias y novios, ¡vivan nuestros pueblos!
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