¿Qué ingredientes son necesarios para que un vestido destaque más que los demás? ¿Cuál hace que el resto palidezcan en comparación? ¿Qué hace a un vestido de novia imperecedero y capaz de sobrevivir al paso del tiempo? Escogemos nuestro top 20 con los mejores vestidos de novia de la White Gallery de Londres.
Alan Hannah’s apuesta por este diseño sencillo y minimalista del tradicional vestido de novia, con mangas abullonadas y camisa abotonada a modo de top. Un look de aire vintage, inspirado en el chic de los años 40.
Especialmente favorecedora en mujeres altas, esta silueta además estiliza la figura, enfatizando las líneas depuradas de corte tailor en el proceso.
Los accesorios: minimalistas, para dejar que el vestido hable por sí mismo. Para el pelo, nada como un peinado a lo ‘Gran Gatsby’, con un look flapper ultrasexy y lápiz de labios rojo.
Del glamour de los años 40, el siguiente vestido de Alan Hannah’s nos traslada dos décadas más tarde: una aproximación refrescante y contemporánea de la falda de línea A y mangas cortadas al láser, y un delicado lacito a la cintura. Sesentero cien por cien.
Del clasicismo minimalista a la ornamentación de Anoushka G: brillo y glitter sobre chiffon de color blanco, con ricos bordados de encaje, dan lugar a un vestido de corte juvenil y atemporal, de estilo prom. Sencillamente maravilloso.
Nuestro segundo favorito de la diseñadora se centra en las texturas, con la tradicional silueta sirena y suaves apliques de flores, y un lazo de seda a modo de detalle final.
Los cuellos estilo Peter Pan han sido una de las grandes tendencias entre las propuestas nupciales más recientes: este vestido de ensueño facturado por Charlotte Balbier le da un toque coqueto a la novia, con una irreverente nota de brillos e incrustaciones de pedrería.
El secreto de este vestido: la combinación del cuello-joya con la simplicidad de la falda de chiffon. Eso sí: sólo apto para novias decididas y con cierta alma aventurera.
La firma Blue recupera el traje prom para la White Gallery de Londres, con un giro exclusivamente bridal: volúmenes capaces de adaptarse a novias de todas las edades, con cuerpo ajustado y silueta estructurada. Elegante y chic.
El detalle: el sobrevestido con lunares bordados, que recuerda ala colección otoño-invierno 2011-2012.
El encaje es el tejido por excelencia de las bodas, y muy especialmente del inovidable vestido que Sarah Burton creó para Katherine Middleton en la suya. Una textura que hace acto de presencia en la colección de Annasul Y, con siluetas clásicas y delicados patrones, que hacen especial énfasis en torno a la cintura.
Otro vestido que nos ha enamorado de esta colección: este modelo que superpone encaje, tul y chiffon, con texturas más estructuradas en la cintura y hombros, e intricados detalles que hacen que parezca sacado de un cuento de hadas.
La espalda de este vestido de Elizabeth Stewart’s merece mención especial en nuestro ranking: escote redondo que deja la piel al descubierto, y una nota de rosa en la cintura, son más que suficientes para ganarse un puesto de honor en nuestro top 20. Un equilibrio perfecto entre delicado, femenino y sexy.
Elizabeth Stuart también recurre al encaje en este vestido de novia a la rodilla, que sería digno de la mismísima Audrey Hepburn. Los bolsillos recuperan la esencia de la Alta Costura parisina -imposible no pensar en Lanvin al verlo-, con una deliciosa mezcla entre encaje y costura.
En la misma línea, este opulento vestido de las españolas Yolan Cris: líneas sutiles, con manga larga, y falda larga hasta el suelo, nos recuerda vagamente a las colecciones de costura de Valentino, bajo la mano de Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli. Un must have para toda novia fashionista que se precie.
Los péplums hacen, de hecho, aparición en la colección de Ian Stuart, esta vez en la forma de este suntuoso vestido color perla, con grandes volantes capeados en seda, tul y cuerpo bordado de encaje. Un vestido dramático y voluminoso, con personalidad propia.
Un estilo similar, bajo el nombre del mismo diseñador, es este delicado vestido de tul, con ruffles enroscadas en torno a la cadera, ideal para mujeres de cualquier talla o silueta.
El encaje también tiene un hueco en la colección de Stephanie Allin, en este vestido especialmente bonito gracias a la combinación de falda en tul, y la cintura con un toque de color. Para novias muy cool.
La diseñadora sorprende también con otro de nuestros favoritos: este look de línea princesa, con cuerpo bordado con pequeños detalles-joya en forma de paillettes, y gruesos tirantes enmarcando el pecho. Un corte práctico y encantador, para la novia tradicional.
Por último (pero no por ello menos importante), los diseños de Stewart Parvin: hasta cuatro vestidos cuela el diseñador en nuestro top 20; deliciosas craciones que garantizan un éxito asegurado con tu vestido de novia, combinando un estilo sencillo y chic.
Inspirado en el vestido-camiseta de Jil Sander, la colección incorpora este modelo con mangas a media altura y falda ligeramente abombada. Una apuesta muy elegante, que recupera la esencia del vestido de novia de los años 60.
Para las novias que quieran casarse con el vestido de sus sueños, ese que imaginaban de niñas, esta sería la opción ideal: strapless, con escote palabra de honor, falda princesa y velo a media altura. Un clásico que hará que tus fotos de boda no pasen nunca de moda.
El último vestido de nuestro top 20 es esta creación de encaje, que deja el hombre levemente al decubierto: un guiño sexy y elegante, que recupera la esencia cóctel traducida al universo de la novia.
¿Qué te ha parecido nuestra selección con la creme de la creme de los vestidos de novia de la White Gallery?
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