¿Os gustan las citas? No mintáis. Odiáis la inseguridad que estas comportan, y os entendemos. Es un precursor desagradable que debemos atravesar en nuestro camino hacia el amor. Sería deshonesto afirmar que podemos describir con precisión lo que significa para cada individuo específicamente. Pero para cualquiera que sea vagamente consciente del concepto de salir con alguien, es prácticamente nuestro deber intentar destapar los secretos generales del mundo de las citas.
1. Todo el mundo está igual de perdido
Todo el mundo parece un experto cuando se trata de las citas de otras personas, pero cuando se trata de su propia piel, las cosas de repente se sienten muy complicadas. Esa es la razón por la que “los expertos en citas” son capaces de existir: pueden parecer muy duros cuando se trata de decirnos a nosotros lo que deberíamos hacer, pero a ellos les corresponde ese mismo sentimiento de vacío y hundimiento interior cuando realmente se enfrentan al objeto de su afecto. Así que recuerda que no eres sólo tú. Esto puede parecer la cosa más obvia en el mundo, pero es importante recordarlo cuando nos sintamos solos ante el peligro.
2. Lo mejor que tienes no es lo que piensas
¿Qué es lo más impresionante de ti? ¿Tus ojos? ¿Tu sentido del humor? Tal vez sí, pero probablemente no tanto como piensas. Toneladas de personas parecen necesitar alardear de lo que creen que a la otra persona les pueda gustar de ellos, cuando muchas veces, es aquello en lo que menos reparamos lo que realmente funciona. Un divertido efecto secundario de esta desenfrenada mala estimación de cual de nuestras cualidades realmente interesa al otro, es que a veces pueden ser muy diferentes de lo que pensábamos.
3. A menudo sucede cuando menos lo esperas
Después de unas pocas citas malas, o un período prolongado de poca o ninguna acción, nos desesperamos, y decidimos abandonar nuestra búsqueda de un alma gemela. Es entonces cuando de pronto, el amor parece perseguirnos desde cada esquina. Con esto en mente, os presentamos una sugerencia. ¡Relajáos! Salir y hacer cosas que os gusten de manera distraída, sin estar en búsqueda perpetua, aumenta enormemente las posibilidades de conocer a alguien interesante mientras nos encontramos en nuestra zona de comodidad absoluta. No te pierdas qué qué dice la ciencia sobre amar y enamorarse.
4. Es vital establecer las reglas de compromiso
Lo menos que puedes hacer es advertir a la otra persona de antemano de aquello que quieres de tu relación con ella. Sabemos que no es fácil, pero evita una tonelada de malentendidos. Pensad en ello: cada relación implica una cantidad justa de combate verbal. Todo el mundo se molesta y se pelea de una manera única. Y si no tenéis cinturón negro en relaciones, la incomunicación no va a ayudaros. Si todo está dicho y hecho, las citas fluirán con muchos menos baches, que si no descubrimos nuestras cartas desde el principio. Descubre las 6 cosas que tu novio piensa de ti (pero no te lo dice).
Afortunadamente, una vez que encontréis pareja, todas esas complicaciones finalmente terminarán y podréis seguir adelante con vuestro medio limón. Pero recordad que aunque las primeras citas implican mucha inseguridad y miedos, también están llenas de una cierta magia que después se evapora en las relaciones largas, y que si no la vivís, corréis el riesgo de perderos en el “hasta que la muerte los separe”. Si habéis superado todo esto y os vais a casar, descubrid las 20 cosas que nadie cuenta sobre las bodas y que descubrís cuando os casáis.
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