Para estar radiante en ese día tan especial debes centrarte en tu piel, que es la parte del cuerpo que transmite más de cada una y la que está a la vista de todo el mundo. Por lo que hay que prestarle una atención especial: hay que mantenerla limpia e hidratada. Así se conseguirá tenerla sana y perfecta, ideal para lucirla en tu boda… Pero, ¿cómo recuperar esa frescura en la cara?
1. Has de ser constante en las rutinas
No vale desmaquillarte un día bien y cinco mal. Tampoco olvidarte del sérum y del fotoprotector por la mañana, por el simple hecho de tener “prisa” y, luego, de todo por la noche porque te da pereza. A partir de los 35 años (sí, es así de duro) cada día que no te cuidas se añade estrés oxidativo a tu piel y no la ayudas con la regeneración celular. Por eso la notarás áspera, rugosa y sin vida. Recupera las buenas costumbres y, si se te hace cuesta arriba, reduce tu ritual a lo esencial.
2. Empieza por el principio
Parece algo obvio pero ello se refiere a que comiences con los masajes. Si a tu piel le falta vida, quizá la circulación sanguínea y linfática esté atascada. La solución es ponerla en movimiento con masajes circulares y ascendentes en las mejillas, dibujando una fuente en la frente y hacia el cuello desde el óvalo. Añade un plus con un aparato de rodillo para aumentar el movimiento y producir el efecto deseado.
3. Pon el foco en los ojos
Casi siempre, la mirada marca la diferencia. A veces puede estar entristecida por las ojeras, achicada por las bolsas y las cejas. Todo ello da lugar a una frente y un entrecejo marcados por las líneas de expresión. Así que, ¡despierta tu mirada y tu rostro cambiará! Hazlo con activos que hagan re-circular la sangre y los líquidos y con ingredientes que alisen.
¿Y cuál es el cuarto e indispensable paso? En este artículo de MujerHoy los expertos te cuentan todo con detalle, ¡aprovecha y ponte al día de cara a la boda.
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