Las despedida nunca son iguales. Si él/ella se va de viaje, ésta adquiere un tono dramático difícil de digerir: la lágrimas suelen ser la nota dominante y una pregunta sobrevuela mientras el avión despega: ¿qué pasará con lo nuestro? Sin embargo, el día a día también está lleno de pequeños instantes en los que decir “adiós”, situaciones más o menos importantes en las que debes finiquitar la cita de la mejor manera posible.
Buenas palabras
Nada de poemas ni cursiladas varias que quizá hayan pasado por tu cabeza al leer el título. “Me ha encantado verte hoy”, “Hoy has estado especialmente guapa”, “Hacía mucho que no me reía tanto”… La lista es infinita y no tiene por qué ser especialmente empalagosa. Además, también vale para amores imposibles o futuros, tal y como dijo Tom Hanks a Meg Ryan en Tienes un e-mail: «No habría podido aguantar 24 horas sin llamarte y decirte: “Hola, te apetece tomar un café, o ir a cenar, o ir al cine durante el resto de nuestra vida”». No hace falta ser un hortera para remover los cimientos de la persona que te gusta o que quieres.
Contacto físico
No hablamos de sexo, sino del chispazo de emoción que surge en el momento de la separación. No hace falta ni abrazarse ni besarse, solo coger su mano y acariciarla, apretarle el brazo con cariño, tocar su cara con dulzura y dejar que el tiempo pase. A veces, ese tipo de roces pasionales tienen un valor insospechado que quedan grabados en la memoria con tinta indeleble.
Abrazos
Cálidos y sinceros, como una manta en pleno enero. Así se sienten los abrazos auténticos, los que fusionan dos cuerpos y forman un único ser, fundido en una química radioactiva. Así se manifiestan los grandes sentimientos, las sensaciones de pertenencia que ponen la base de una relación. Antes de cerrar el día, dale un abrazo que le haga crujir cada uno de sus huesos; firme, pero seductor, lleno de cariño. Si te despides de esta manera, se irá a casa con una sonrisa, seguridad y una reconfortante calidez en su cuerpo.
Besos
De todas las clases y colores, desde el coqueto pico con tintes de timidez hasta el deseo hecho beso, mordiéndole el labio inferior. Todos son válidos para despedirte en condiciones, juntando los labios con travesura, jugueteo y pasión; expresando con la boca, tan intensa y versátil, lo que corre por tus entrañas. Se quedará con ganas de más, pero, a veces, es mejor dejarlo así. Hay momentos para todo y, en algunos de ellos, lo máximo tiene que ser un buen beso. Y nos parece bien.
Sexo
Muchos se despiden con un momento de éxtasis pleno porque, sencillamente, no pueden dejar de tocarse y poseerse. Perfecto para todas las parejas, sobre todo para las ardientes, aunque todas tienen su momento de pasión desmedida. Díselo con el cuerpo y, si es vuestro último adiós, con más fervor. Se quedará con un regusto especial. Ya sabes.
¿Creías que una despedida no era importante? Puede que para algunas parejas no sea necesario expresar demasiadas cosas en ese momento, pero otras lo necesitan como respirar. Así que, no te cortes y haz lo que te salga de dentro. Descubre, además, 10 preguntas que cada pareja debería hacerse antes de casarse y 20 detalles que debes tener con tu pareja para conquistarle día a día.
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