Estar en una relación no es para los débiles de corazón. O aquellos sin sentido del humor. Los momentos raros y graciosos de cada pareja se apilan año tras año. En parte es porque eres humano y estás dejando caer tus muros abajo, y también porque cada vez te encuentras más cómodo con el otro. Y también porque cada vez está más descubierta toda tu rareza interior.
Lo que es cierto es que cuando puedes ser lo suficientemente abierto con alguien como para cantar la canción de “Bob Esponja”, es algo hermoso.
1. De repente tienes telepatía
Estás en algún tipo de reunión y alguien dice algo absolutamente absurdo, que sabes que tu pareja apreciaría. Tus sentidos arácnidos se ponen alerta y eres capaz de tener una conversación ficticia con tu pareja en tu propia mente.
2. Las confesiones ridículas son realmente las mejores
Un día caminas distraída hacia la cocina y encuentras a tu pareja bailando y cantando una canción de de Ricky Martin o algo así. Te mira, le miras, y de pronto os estáis partiendo de la risa. Ahora sabes que Ricky Martin es su punto débil. Ambos estalláis en risas, y de pronto os sentís más cerca.
3. Delirium de la fiebre de la cabina
Habéis pasado mucho tiempo juntos, en casa, sin hacer nada, y estáis empezando a volveros un poco locos. Los movimientos de baile salen. Los chistes sin sentido. Los cánticos incómodos. Las risas incontrolables sobre cosas que ni siquiera son divertidas. Empiezas a ponerle nombre a tus futuros hijos. Hablar sobre si es más económicamente ventajoso tener un bebé al que le guste el tenis o un bebé al que le guste el baloncesto. Cantas, narras lo que estás haciendo, hasta que agotados os quedáis dormidos.
4. Actos sexuales honestamente errados
El preservativo vuela a través de la habitación. La cremallera del vestido se rompe. Alguien se cae de la cama. Algún sonido extraño ocurre, y es hilarante. Intentas probar un nuevo movimiento y la respuesta que obtienes es: “Detente, ¿qué diablos estás haciendo?”; Todo puede suceder, pero nada será raro ni incómodo, serán risas, y anécdotas que rememorar.
5. La pelea que se vuelve risa
Estabas serio cuando mencionaste que la falta de voluntad de tu pareja para conseguir un gato era en realidad un símbolo más profundo de su falta de voluntad de tener hijos y empezar una familia contigo, pero en algún lugar en medio del debate, ambos empezasteis a reír. A veces se pelea y solo la risa logra terminar las cosas.
6. Vivir demasiado cerca
Es sólo un día normal, estás realizando tu rutina habitual, y de repente te das cuenta de que estáis en el baño juntos y que ambos estáis haciendo algo que es un poco íntimo, y ninguno de los dos se ha dado cuenta de ello. O tal vez estás viendo una película distraidamente cuando notas que tu pareja está tratando de hacer estallar una espinilla en algún lugar de su cuerpo sin importarle que estés delante. Sí, eso es mucha intimidad.
7. Avergonzarse entre sí frente a amigos y familiares
En una reunión familiar tu pareja te advierte: “Hagas lo que hagas, no menciones al presidente delante de mi abuela”. Así que en un momento de pánico, le preguntas a su abuela acerca del presidente, y luego la cena estalla en discusión, y todo el mundo se enfada contigo. O tal vez accidentalmente rompas la urna de tu suegra que contiene las cenizas de su marido. Sucede cuando las cosas se vuelven más personales, sólo necesitas práctica, y si te quedas el suficiente tiempo, serán historias de las que os acabaréis riendo.
8. Texting en el interior del mismo espacio
No hablamos de enviaros mensajes de texto mientras estáis sentados uno al lado del otro en una fiesta. Hablamos de mensajes de texto totalmente perezosos. Estás en el inodoro y escribes un mensaje de texto de tu pareja para ver lo que está haciendo. O estás en el dormitorio y escribes a tu pareja para comprobar cómo va la pizza que metiste en el horno. O estás en la sala de estar y te llega un mensaje de tu pareja para que le lleves algo de la habitación. Claro, podrías levantarte, o incluso gritar, pero a esas alturas sabes que ni tan siquiera necesitas disimular tu vagancia frente a tu pareja.
9. Comprender que estáis viejos y que sea maravilloso
Es el maldito fin de semana y estáis a punto de divertiros. Si por diversión, nos referimos a quedaros en casa en ropa interior, dormitando en el sofá con migas de pizza en el pecho. Está bien. Sois esa gente ahora. No hay multitudes, no hay bebidas demasiado caras. No hay horas de maquillaje ni depilación corporal. Sólo tu pareja, la manta, y alguna película sobre el apocalipsis zombie. Y no necesitáis más.
Bienvenidos a la estrecha, extraña, y maravillosa sensación de estar en una relación a largo plazo. Es lo mejor. Descubre 40 pensamientos extraños que toda novia tiene el día de la boda y 15 cosas que una pareja tiene que hacer al menos una vez en la vida.
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