Carmen nunca había creído en el amor por internet, hasta que, sin que ella lo esperase llamó a su puerta. Carlos, el que ahora es su esposo, llegó hasta ella a través de la red sin que ella tuviese esperanzas, pero su historia de amor fue tan fuerte que acabó en una bonita y original boda retratada por la cámara de Sara Lobla.
La pedida de mano, súper romántica, ya dejaba ver que la boda sería diferente y llena de detalles. “Fue en la Maliciosa, un pico de la sierra madrileña. Llegue un viernes por la tarde de Barcelona y Carlos ya estaba con todo el equipo listo en el aeropuerto para irnos a la sierra. Cuando llegamos ya era de noche subimos hasta la cima con frontales y allí dormimos al raso. Aunque la idea de casarnos estaba presente, al amanecer llego la pedida oficial en un entorno mágico y con unas vistas increíbles”, recuerda Carmen.
A partir de ese momento, Carmen y Carlos se pusieron manos a la obra para preparar su boda de ensueño. Como siempre, uno de los secretos mejor guardados fue el vestido de la novia, que, muy acorde con la personalidad de Carmen, era sencillo y de líneas muy puras. “Elegí un vestido de la firma Colour Nude que me gustó desde el primer momento por su sencillez. No quería nada recargado. Lo complementé con una corona de flores de Ani Burech que le daba más fuerza al conjunto”, recuerda.
Como joyas, su anillo de pedida, un anillo de Aristrocrazy con forma de nudo “algo que tiene un significado muy especial para nosotros por ser Carlos escalador y por cómo se ha ido desarrollando nuestra relación”. El resto de los complementos de joyería eran “recuerdos y pizas con alto valor sentimental”. El look lo completaban unas sandalias de raso de Jimmy Choo y un precioso ramo elaborado por La flor de Olmedo con diferentes tipos de flores silvestres que estaba forrado con un trozo de tela de saco al que añadieron un reloj con alto contenido sentimental, un bonito detalle que hizo que este complemento fuese aún más especial.
Para su peinado y maquillaje, Carmen apostó por Peluquería Cinta y por la maquilladora Ángela Velasco, profesional de Sisley que crearon para ella un look con un toque vintage muy acorde con el resto de su estilismo.
Por su parte, Carlos no dejo a nadie indiferente con el look elegido. ¡Nadie hubiera dicho que su traje con chaqueta en gris vigoré y pantalón capri lo compró el lunes antes de la boda en Zara! Una camisa blanca con botones forrados del mismo tono que el traje, tirantes, pajarita con un topito muy fino y mocasines de ante, completaban su look a medio camino entre lo hipster y lo vintage.
La ceremonia, al igual que la celebración posterior tuvo lugar en la Finca La Chopera. La llegada de la novia, precedida por un grupo de niños que llevaban un simpático cartel en el que se podía leer “Tranquilo, ya viene tu chica”, fue uno de los momentos más especiales del día. El pasillo de globos que decoraba la entrada fue todo un acierto, ya que le daba al recorrido un toque de cuento.
La boda civil estuvo también llena de momentos de gran emotividad, tanto para los novios como para sus amigos, que Sara Lobla se encargó de captar con su cámara. Uno de los más especiales fue, sin duda, la lectura de los votos por parte de los novios.
Tras la ceremonia, los novios se hicieron sus primeras fotos como marido y mujer. Instantáneas mágicas que lo fueron aún más gracias a la sensibilidad de Sara Lobla. “No dudamos contar con ella, la mejor, en nuestra boda puesto que en la preboda hizo que nos familiarizáramos con tener un objetivo tan cerca para que fuese todo más sencillo. Sin embargo, saber que quien estaba detrás de la cámara era ella, lo hacía todo mucho más fácil y natural, supongo que gracias a ese brillo y a su talento. A día de hoy no puedo dejar de mirar las fotos y sentirme como si todavía escuchara un… ¡Que vivan los novios!”, cuenta Carmen.
Tras las fotos llegó la cena. De la decoración de mesas, meseros y toda la parte gráfica se encargo “Manitas de ratón”, quienes también fueron los autores de la shopping bag de algodón con diseño que Carmen repartió a sus invitadas. A las mujeres, también les dieron una tacita mug con un corazón dibujado DIY que dentro tenía una planta para trasplantar. Para los hombres, dos regalos diferentes, un crianza para los más maduros y una taza que emulaba las de hojalata llena de gominolas para los más jóvenes.
Las sorpresas de las amigas de Carmen, que cantaron a los novios una canción que acompañaron con una coreografía y, por supuesto, el primer baile de Carmen y Carlos como marido y mujer, dieron paso a una fiesta tan especial como los propios novios, con photocall al más puro estilo circense incluido, creado por Ali Larrey.
¡Nuestra enhorabuena a Carmen y Carlos y muchísimas gracias por compartir vuestro gran día con nosotros!
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