A veces el amor está mucho más cerca de lo que crees. Eso fue lo que les paso a Fátima y Juan, vecinos del barrio de toda la vida que se conocían desde hacía 15 años cuando decidieron darse el sí quiero. Su boda, retratada por Lorena San José, es de esas que tiene un encanto especial y eso se desprende en cada una de las imágenes de los novios.
Cuando Juan le pidió matrimonio a Fátima, en Sevilla, en la Plaza de España, del modo que a la madre de ella siempre le hubiese gustado (ella había fallecido años antes), Fátima no pudo decir otra cosa que “sí quiero” y empezar a preparar cada detalle de uno de los días más bonitos de su vida.
El vestido de la novia, una preciosa creación de Cristina Pascual, combinaba perfectamente sencillez y espectacularidad. Su precioso escote en la espalda hizo que todo el mundo se quedase boquiabierto y su estilo romántico resaltaba la belleza de Fátima en un día tan especial.
Como complementos, la novia llevó un precioso velo de encaje, unos pendientes de una amiga de su madre con un gran valor sentimental (su algo prestado), su anillo de pedida y unos zapatos de charol rosa palo de Calzados Marián. El ramo, precioso con flores silvestres de diferentes colores, lo hizo la propia novia que compró las flores en un vivero.
Para el maquillaje y la peluquería, Fátima volvió a apostar por la naturalidad y la sencillez con un maquillaje en tonos neutros y un recogido informal estilo casual wedding hair para los que confió en su peluquería de toda la vida, Cortex.
Juan, por su parte, apostó por un chaqué de estilo inglés para su gran día. Ataviado como un caballero esperó la llegada de Fátima a la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, donde se celebró la boda.
Tras el sí quiero, los novios se marcharon con Lorena San José a hacerse sus primeras fotos como pareja en un parque cercano. Las imágenes derrochan ternura y también naturalidad, dos características del trabajo de esta fotógrafa, que, como cuenta Fátima estuvo pendiente de cada detalle, gesto y mirada de los novios para retratarlo. Y es que, para Lorena San José, una de las revelaciones del mundo nupcial, lo fundamental es que los novios tengan unas fotos modernas y naturales, que cuenten su historia, dando importancia a la luz, la escena, la atmósfera y el color.
Tras esas primeras imágenes de casados, los novios se dirigieron hacia La Quinta del Jarama, donde tuvo lugar el convite. Allí, tanto ellos como sus invitados descubrieron la preciosa decoración creada para el enlace por Rafia by Natire. Cajas de madera con libros, flores silvestres como la lavanda y la paniculata, tarros de cristal colgando del techo y un sinfín de detalles que hicieron que la boda de Fátima y Juan fuese aún más especial.
Y como no, tras el baile de los novios, llegó la fiesta, en la que no faltaron los bailes y las risas dando lugar a algunas de las escenas más simpáticas del día. ¡Enhorabuena a los novios por esta magnífica boda y muchas gracias por compartirla con nosotros!
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