Si alguna vez has pensado que ir al gimnasio podía servirte, además de para ejercitarte, para conocer a tu hombre ideal, te encantará la historia de Andrea y José. Y es que los protagonistas de nuestra real wedding se conocieron nada más y nada menos que en el gimnasio y fue allí donde surgió su historia de amor que culminó en una cuidada boda fotografiada por Gore Vázquez.
“Él era instructor de la mañana y yo socia de la tarde, pero coincidíamos a veces y enseguida nos hicimos buenos amigos. No podíamos imaginar que terminaríamos casándonos un soleado 8 de Marzo de 2014”. Y es que, tan pronto como empezaron a salir supieron que estaban hechos el uno para el otro, hasta el punto que ni siquiera hubo una petición de mano oficial, sino que ambos supieron que la boda era el paso más natural en su relación.
Para el día más importante de su vida, Andrea eligió un look años 20 marcado por un espectacular diseño de Jenny Packham. “No tuve que recorrer innumerables tiendas ni probarme infinitos modelos. Bastó una visita a la tienda Blanco de Novia en Madrid para que todas, mi madre, mi madrina, mi hermana, mi cuñada y yo, nos enamoráramos del modelo vestido. Ese mismo día lo compramos y nunca hubo lugar para el arrepentimiento o la duda”, cuenta la novia. Haciendo un guiño a este romántico estilo, con vestidos y diademas elaborados por Sancabani, las sobrinas de Andrea llevan los anillos sobre una concha de vieira blanca y las arras dentro de un corazón plateado. Su sobrino, de chaqué, anuncia la llegada de su tía a todos los invitados.
Como complementos, Andrea, haciendo gala de la sencillez que siempre la caracteriza, desechó la idea de lucir muchas joyas y ambos se limitaron a las alianzas creadas por la joyera madrileña Inés Alonso. En sus pies, otra joya, unos salones de Jimmy Choo en glitter plateado y como toque final un delicado ramo de astilbe rosa.
Y por supuesto, nada más importante que el peinado y la peluquería para completar el look años 20 soñado por la novia. Para ello, contó con Marta Sáiz que se encargó de lograr un maquillaje y un recogido naturales que no restasen protagonismo al vestido, ni al espectacular tocado, también de Jenny Packham.
José, por su parte, apostó por la elegancia del traje de media levita y no podía estar más guapo en su gran día. Elegante, llegó junto a su madre a la capilla del Parador de Baiona, el lugar elegido para la ceremonia religiosa. La música celta y la decoración fueron protagonistas en la iglesia, decorada con cubos de cinc rodeados de una bonita puntilla blanca, y en el interior, rosas de pitiminí.
Tras el sí quiero, los novios se marcharon a hacerse sus primeras fotos como marido y mujer acompañados por Gore Vázquez y por el equipo de A&Y, encargados del vídeo.
Mientras, sus invitados llegaban al Pazo de Cea donde tuvo lugar el convite. Allí, todos comprobaron la preciosa decoración creada por los novios para el gran día y los múltiples detalles preparados para que todo resultase inolvidable.
Y por fin, tras el convite, llegó el momento del baile, que abrieron, como excepción a la regla, Andrea y su padre, para luego dar paso a la fiesta con el resto de invitados.
¡Enhorabuena a la pareja y muchas gracias por compartir vuestro día con nosotros!
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