Sin duda, una boda sin igual. Emilio y Fabrice querían celebrar un enlace por todo lo alto, planificado al detalle, combinando cada elemento: papelería, vestimenta, decoración… Querían como lugar de celebración un entorno campestre, sencillo y desenfadado, rodeados de naturaleza, donde los invitados lo pasaran en grande con un look clásico en blanco o negro inspirado en las grandes películas antiguas de los años 40, 50 y 60. Por ello escogieron a Nara Connection, un equipo de wedding planner que creó una de las bodas más especiales haciendo realidad el sueño de la pareja.
Los novios
Emilio y Fabrice confiaron en García Madrid para sus trajes de novio y, sin duda, acertaron de pleno, estaban guapísimos el día más importante de sus vidas gracia a Almudena Valcas, la estilista que les aconsejó sobre su look.
La ceremonia
La boda se celebró en la Finca Monte de Cutamilla y comenzó muchas horas antes de la ceremonia, con un beauty room para los amigos y familiares que fueran llegando, que mientras esperaban su turno picaban algo del brunch preparado en el salón principal de la finca.
Tras una ceremonia emotiva, pero sobre todo, divertida, llena de alegría y felicidad en la que los novios intercambiaron sus alianzas de Bulgari, todos pasaron a degustar un cóctel maravilloso preparado por Mara Catering donde pasaron instantes muy divertidos amenizados por el grupo de jazz Ariel Liberman. Cada momento fue recogido por el objetivo de La Boda de Lola, grandes profesionales gracias a los que los novios siempre guardarán el mejor recuerdo de su boda: un álbum de fotos lleno de instantes mágicos.
El banquete
El banquete decorado a la perfección con una vajilla personalizada de Andrea Zarraluqui, tarjetas especiales escritas a mano para los invitados… Nara Connection se encargó de planificar cada detalle para que todo estuviera perfecto, cuentan que la boda fue todo un desafío ya que estuvieron muchos meses ideando sorpresas y finalmente todo quedó perfecto. Del catering se encargó Mara Onsés, a la que recuerdan como “maravillosa”, con un trabajo delicioso a prueba de los paladares más exigentes. Y la decoración fue obra de Nara Connection con el precioso mobiliario de Memorias del Ayer y los arreglos florales de The Flower Room, que llenaron de magia y alegría cada rincón del enlace.
No faltó detalle para entretener a mayores y pequeños, que disfrutaron de babisitters sólo para ellos gracias a Canguros de la Guarda y de una riquísima candy bar, obra de The Cake Project. La guinda final la puso Dándote Ritmo Eventos que se encargó de la iluminación de la celebración y de amenizar la fiesta en la que todos degustaron deliciosos cócteles en un foodtruck que los novios alquilaron de Rufina e Hijas.
Todos los proveedores se implicaron mucho para conseguir sorprender a los invitados, acostumbrados ya a las bodas de mucho nivel. “Se generaron unas sinergias tan fuertes entre los proveedores de esa boda que al final conseguimos crear un ambiente tan especial como que todos la consideramos si no la mejor, una de las más espectaculares bodas de este 2015”, confiesa el equipo de Nara Connection.
Finalmente todo salió como esperaban y, tanto novios como invitados, disfrutaron de una celebración llena de éxito que siempre recordarán como el día más especial de sus vidas. ¡Enhorabuena pareja!
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