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Ángel y Nuria, la tranquilidad de una pareja que sabe lo que quiere
Ángel y Nuria tuvieron claro desde el principio cómo querían que fuera su boda y cómo querían que fueran sus fotos. Sabían que su reportaje de boda se lo harían Jesús y Eva, el equipo de Flor de Naranja. Desde un primer momento se dejaron aconsejar por ellos y el resultado fueron unas fotos de boda frescas y originales, que reflejan muy bien la personalidad de los novios.
Ángel y Nuria tuvieron claro desde el principio cómo querían que fuera su boda y cómo querían que fueran sus fotos. Sabían que su reportaje de boda se lo harían Jesús y Eva, el equipo de Flor de Naranja. Desde un primer momento se dejaron aconsejar por ellos y el resultado fueron unas fotos de boda frescas y originales, que reflejan muy bien la personalidad de los novios.
El día comenzó para ambos con los preparativos previos al enlace. Ángel salió desde casa de sus padres, donde le acompañaba parte de su familia que bromeaba con él minutos antes de que saliese hacia la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, en Móstoles.
Nuria, por su parte, decidió vestirse en la casa de la pareja. Acompañada por sus padres, su traje de novia, con motivos en negro en la cintura y los tirantes, ya permitía adivinar que ella es una novia distinta, una novia con carácter que se prestaba en todo momento a que sus fotos de boda fuesen creativas y diferentes a las convencionales.
En el interior de la iglesia, el equipo de Flor de Naranja pudo captar algunas de las instantáneas más bonitas de la pareja. Su complicidad, acentuada por la tranquilidad y la seguridad con la que ambos afrontaban su gran día, se hizo evidente en cada uno de sus gestos y miradas que parecían querer confirmar que están hechos el uno para el otro.
Acabada la ceremonia, los novios se dirigieron a los jardines del Palacio Real de Madrid. El momento del traslado, en un original coche de época, permitió captar algunas de las imágenes más curiosas del día.
Finalmente, llegó el banquete. Tras buscar entre las mejores fincas para bodas en Madrid, se decidieron por el restaurante La Pesquera y con él el momento estelar de la noche, el del primer baile de los novios que se alejaron del tradicional vals para sorprender a todos con una cuidada coreografía.
Y luego la fiesta, que entre abrazos y risas puso fin al día más importante de Ángel y Nuria, un día del que gracias a la confianza que depositaron en sus fotógrafos de boda desde el primer momento, podrán guardar un recuerdo muy especial en forma de fotos. Unas fotografías de boda originales que, con el paso del tiempo, seguirán mirando reproduciendo esos gestos y miradas cómplices que las inspiraron en su gran día.
Si quieres saber más sobre el fotoperiodismo de boda, no dejes de visitar nuestro reportaje sobre el trabajo de esta pareja.
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