El pasado 23 de junio tuvimos el placer de llevar la organización integral de esta boda, que llamó la atención de sus invitados por el cuidado máximo de los detalles. Os hacemos un resumen de las pinceladas más sobresalientes y que marcaron esta boda de estilo americano.
Los novios tenían la idea de lo que querían desde el primer momento y para eso estábamos sus wedding planners, para hacerla realidad el día más importante de sus vidas. La boda se celebró en la finca La Camarga donde tuvo lugar la ceremonia civil, seguida de una cena tipo cóctel que corrió a cargo de Eneldo Catering.
Con esta idea conseguimos lograr un ambiente distendido e informal pero sin olvidarnos de que los invitados estuvieran cómodos, disfrutaran de la cena, además de crearles cierta expectativa de lo que iba a ir sucediendo.
Las variedades del cóctel se complementaron con un plato de refuerzo y dos bodegones: de quesos artesanos y ensaladas en zurito. Ambos se aprovecharon como puntos decorativos con sus carteles indicativos, a juego con la cartelería de la boda, y unos preciosos montajes de candelabros con base de espejos y rodeados de hortensias y peonías rosas.
Araceli Peñalba de Details Invitaciones fue la encargada de diseñar las invitaciones de boda y toda la cartelería de los bodegones y mesa de dulces, además de la señalética que indicaba a los invitados el camino a seguir hacia la finca. Todo seguía la misma línea decorativa en amarillo y chocolate, y fueron aspectos muy cuidados de principio a fin.
Por su parte, Carmen Serrano de Mystic Garden hizo que la decoración floral tuviera una presencia importante en la boda, con montajes muy americanos: flor abundante, combinación de colores, diversidad de montajes y juego de alturas. La ceremonia civil tuvo lugar en el jardín y aprovechamos el espacio abierto: ocho bolas de margaritas en amarillo, blanco y verde marcaban el pasillo central, mientras que la mesa de ceremonias se adornó con un centro alargado en los mismos tonos, al igual que las dos estructuras que delimitaban la mesa. Para el Rito de la Arena, incorporamos unos frascos vintage, que llevaban su respectiva etiqueta y decoraban un lateral de la mesa.
En las mesas del cóctel se colocaron peceras con hortensias rosas sobre alegres manteles, y, en la barra libre, jarrones de cristal rectangulares con tulipanes blancos y amarillos entrelazados en agua.
Uno de los montajes protagonistas fue la mesa de dulces de más de dos metros de largo, y que fue el ‘factor sorpresa’ de la noche, ya que se ocultó con un biombo y se descubrió en los postres. Los dulces fueron obra de Charo Chic Cakes, que consiguió que tanto la presencia como el sabor estuvieran al mismo nivel.
El menú: minicupcakes y cupcakes, galletas decorativas con el diseño de la invitación, popcakes, mini tartas de macarons, sándwiches de caramelo y chocolate, además de Jelly Bellys americanos de diferentes sabores, golosinas y regalices.
Adrian Tomadín fue el fotógrafo encargado de captar las instantáneas y de participar en los detalles: el Libro de Firmas que realizó con las imágenes del reportaje pre-boda en Londres fue una de los aspectos más comentados entre los invitados, además del montaje de fotos que se proyectó; y consiguió a través del photobooth que los invitados vivieran los momentos más divertidos de la noche.
Eso sí: la protagonista, como siempre, la novia, que llevaba un vestido muy sencillo con cinturón de piel de ángel en amarillo, a juego con los zapatos, y un increíble tocado de plumas naturales diseñado por Vintage Waves, además del ramo, muy americano, de peonías blancas con bolitas de craspedia.
Autor invitado: Marta Jiménez de Momentos y Eventos
Experta en organización de bodas
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