Una cosa tenemos clara desde hace tiempo en Zankyou, y es que el amor aparece cuando menos te lo esperas, llamando a tu puerta sin avisar. Y es el caso de Rosi y Javi, que se conocieron por casualidades de la vida y, a día de hoy, ya son marido y mujer.
Él era monitor de natación de la piscina a la que solía ir a nadar Rosi, y por casualidades de la vida, un día el monitor de la clase de Rosi faltó y a Javi le asignaron el grupo donde estaba ella. Fue un flechazo a primera vista por parte de ambos y ella cayó rendida ante sus encantos.
Fueron pasando los meses desde aquél encuentro y una noche fría de marzo, él le invitó a cenar y le declaró su amor. Y fue a raíz de esa noche cuando decidieron darse el “sí, quiero” lo antes posible. De ahí que la boda se celebrara tan solo unos días después.
Los novios
Rosi, para su gran día se puso guapa para su actual marido y se enfundó en un vestido muy especial y significativo para ella, el vestido de novia que llevó su madre el día de su boda hace casi treinta años. Al igual que los zapatos. Qué bonito, ¿verdad? Debe ser de lo más especial. Para el ramo de novia confió en el trabajo de Floristería Leandro y se inclinó por unos girasoles rosados.
Para el maquillaje y peinado, Rosi no contó con la ayuda de nadie, se maquilló y se peinó ella misma optando por un maquillaje natural y por un semirrecogido que adornó con una flor natural.
Rosi y Javi son una pareja que huye de las ostentaciones, de ahí que lucieran unos anillos artesanos que adquirieron hace años en un viaje que hicieron a Irlanda y que para ellos son muy simbólicos. Javi, por otro lado, recurrió a un traje black and white que adquirió hace años para una celebración y sustituyó la clásica corbata por una pajarita.
Ceremonia
Rosi y Javi tuvieron muy claro desde el principio que querían una boda íntima y fuera de lo común. Una boda en la que solo estuvieran él y ella, nadie más. Como siempre habían soñado.
La celebraron el 12 de marzo de 2016 y escogieron la montaña como escenario para la ceremonia que fue más simbólica que oficial. Y después de darse el “sí, quiero” definitivo en medio de la naturaleza, se fueron ellos dos solos a cenar para celebrar su nuevo estado civil.
No tuvieron el clásico banquete multitudinario, pero tuvieron la compañía y el cariño del otro. Algo más que suficiente cuando acabas de casarte con el amor de tu vida. Sin duda, una pareja sencilla, humilde y de lo más especial.
Pero Rosi y Javi no estaban solos ese día, aparte de la maestra de ceremonia, también les acompañó el fotógrafo Juanjo Muñoz Photography, quien se encargó de captar las mejores instantáneas del día más feliz de sus vidas.
Fotografías que destacan por su frescura, naturalidad y por ese toque artístico que le define, todo lo que los novios querían para su gran día, tener que huir de poses forzados y no estar pendiente de la cámara. Juanjo pasó desapercibido completamente y captó los momentos más especiales entre Rosi y Javi.
Gracias Rosi y Javi por mostrarnos una boda única, sencilla, discreta y diferente, y por compartir con todos nosotros el día más feliz de vuestras vidas. ¡Que seáis muy felices!
Lugar de celebración: Sierra de Salinas (Murcia) | Floristería: Floristería Leandro de Yecla | Fotógrafo: Juanjo Muñoz Photography
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