Un amor de verano que terminó años después en boda… Anabel y Samuel se conocieron con 14 años en el pueblo de sus padres, Valdecaballeros (Badajoz), aunque ambos son madrileños.
Tras muchos años de relación, Samuel decidió que había llegado el momento: “Hinqué rodilla en el banco donde siempre quedábamos cuando iba a verla. Le tapé los ojos, la llevé en el coche hasta ese sitio y allí le regalé un viaje a Londres y una carta, donde al final de le decía que parase de leer y que me mirase a la cara. Ahí fue donde le propuse que se casara conmigo… Quizás no fuera el lugar más bonito del mundo pero para nosotros tiene un gran significado, ahí empezó todo”, explica el novio.
Los novios
El 26 de septiembre de 2015 fue el día elegido y, la Aldea Santillana, el lugar donde celebrarían la boda. Anabel apostó por un vestido de novia de Rosa Clará que la hizo brillar más que nunca de camino al altar. Un modelo sencillo, con un lazo en la cintura, tirantes anchos y escote redondo. ¡El diseño ideal para una princesa de cuento!
La alianza, de oro amarillo, de Cartier y unos zapatos que sustituyó en el baile por unas cuñas de esparto de Fosco, complementaron su look de novia. Noemí Durán, de Magnetic Nails fue la encargada de maquillar a Anabel resaltando toda su belleza para que luciera radiante llegado el momento del “sí, quiero”.
Por su parte, Samuel apostó por un chaqué alquilado en Sagaz, unos zapatos Oxford de Emidio Tucci y un reloj Rolex Submariner de acero. Para lucir perfecto, contó con los profesionales de la Barbería Malayerba, especializada en servicios de belleza masculina.
La ceremonia
La ceremonia fue todo un éxito, los novios vivieron los momentos más emotivos y especiales que Elena Buenavista, fotógrafa de bodas, se encargó de capturar. “Desde la primera reunión, el feeling fue especial. Un diez. Los detalles, la calidad, el trato y, por supuesto, las imágenes, hacen que tengamos que recomendarles al máximo. Era precisamente lo que queríamos, nada de posados, y supieron estar a la altura, o más”, explican los novios.
Pero no quisieron que las fotografías fueran el único recuerdo que les quedará del gran día, por lo que contaron con At last! Bodas de Cine, una elección con la que no pueden estar más contentos. “Montan tu historia como si fuese una película, y la verdad es que alucinas con el vídeo”, asegura Samuel.
Una vez llegado el momento del banquete, comenzaron las sorpresas. Los invitados disfrutaron de los regalos que los novios prepararon para ellos: una foto dedicada, un mp3, un broche para ellas y puros para ellos. A las abuelas les regalaron un ramo de flores, al igual que a sus madres, y a sus padres también una fotografía. ¡Vivieron instantes llenos de sentimientos!
Baile de los novios
Y tras degustar las mejores exquisiteces, llegó el momento del baile que abrieron con dos canciones: Comiéndote a Besos, de Rozalén y Espigas y Amapolas, de Manolo Escobar. Los novios disfrutaron de su día como nunca hubiesen imaginado, “volveríamos a hacerlo un millón de veces”, confiesan. ¡Mucha suerte en esta nueva etapa!
Si te ha gustado esta boda y necesitas inspiración para la tuya, no te pierdas la de Elisa y Miguel o el enlace de Aída y Antonio.
Fotografía: Elena Buenavista | Lugar de celebración: Aldea Santillana | Vestido de novia: Rosa Clará | Alianzas: Cartier | Maquillaje: Magnetic Nails | Zapatos de novia: Fosco | Zapatos de novio: Emidio Tucci | Barbería: Barbería Malayerba | Vídeo: At last! Bodas de Cine
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