Después de mucho tiempo pensando en la boda, ahora es el momento de entrar en materia. Y no es una tarea fácil, sobre todo si se tienen en cuenta todo los detalles. El banquete, por ejemplo, es una experiencia que va mucho más allá de servir comida. ¿Cómo lucirá el espacio en el que tus invitados degusten tus platos? Seguro que tienes un mix de estilos y florituras en tu cabeza, por lo que muy atenta a cómo decorar el banquete de tu boda en solo 5 pasos.
1. Organizar el espacio correctamente
2. Diseñar pequeños rincones únicos
5. No olvidar pequeños detalles
1. Organizar el espacio correctamente
Lo primero que debéis saber es que contar con la ayuda de un wedding planner, como bien afirma Fit For Weddings, os asegurará que todo saldrá perfecto. “Os asesorarán en todo el proceso de decoración sin estrés, agobios y con la tranquilidad de que estáis en manos de un profesional que esta a la última en todas las tendencias de boda y que va a hacer todo y más para que consigáis una puesta en escena impecable“, apuntan.
La decoración de la boda está muy vinculada a la organización del espacio. Esta determina las mesas y las sillas utilizadas, los espacios secundarios y las posibilidades del entorno. Y, muy ligado a todo eso, llega el estilo, a partir del cual se debe organizar todo el planning de decoración.
Muchas veces, el estilo está relacionado con la estación del año. El espacio escogido para la celebración del banquete puede beber de los elementos de una estación concreta y, según ellos, acondicionar un espacio u otro, eligiendo los elementos pertinentes. En el caso de que sea primavera o verano, la playa, las carpas en mitad del campo, los invernaderos aclimatados y los convites en jardines son más que habituales; en invierno, reinan los salones, hoteles o casas de campo.
En este sentido, habrá que tener en cuenta un tipo de mesa u otro según el espacio elegido, con las mesas redondas, imperiales o ambas presentando sus posibilidades. También el material elegido: todos los tipos de maderas posibles según el estilo de la celebración, el metal, el hierro, el bronce, el mármol, el cristal… Las sillas no deben desvirtuar, sino seguir la filosofía de las mesas.
2. Diseñar pequeños rincones únicos
Si algo diferencia a una boda de otra son sus sorpresas. Y, entre ellas, destacan los rincones concebidos para conseguir el equilibrio entre utilidad y estética. Porque un banquete puede emocionar por sus diferentes elementos decorativos, pero esos rincones son los que añaden importancia y originalidad al conjunto. Además de alegrar y ayudar a los invitados, ganará enteros a nivel ornamental.
Entre estos, destacan los rincones de comida, los de complementos y los sentimentales. Los primeros suelen incluir canapés, cervezas artesanales, diferentes tipos de vino, cócteles o dulces; los segundos, salvavidas para ellas como alpargatas, cubretacones o maquillaje para arreglos del mismo día; los terceros y últimos cuentan con recuerdos como fotografías de la pareja o de sus círculos más cercanos. El resultado es positivo en los tres casos, mucho mejor si se combinan todos ellos.
3. Elegir el menaje adecuado
El menaje está estrechamente relacionado con el estilo de la boda. No es nada recomendable contemplar un estilo y empezar a experimentar con otros tantos que no casan en absoluto con el primero. Así, ten en cuenta tu decisión inicial y deja que fluyan las ideas desde su seno. De esta forma, elementos como la vajilla, la cubertería, la cristalería y la mantelería seguirán las pautas de un guión que confeccione una obra maestra.
Si el estilo de la boda es rústico, las mesas podrían ser de madera envejecida y sin mantel, con bajo platos de mimbre y vajilla de aspecto vintage; para una clásica, un mantel blanco y liso, y vajilla con detalles dorados; en una boda de playa, tonos azules y blancos en vajilla y manteles, y elementos marineros diseminados por la superficie.
Linen Alquiler de Mantelerías cuida cada detalle cumpliendo con cada uno de los factures que los novios solicitan. Disponen de una amplia gama, en tonos, colores, texturas, dibujos… para que elijáis el que más se adapte a vuestro enlace. “Nuestra propuesta se basa en la sencillez, mesas poco cargadas de otra decoración, para que el mantel luzca y sea protagonista. Además de un bajo plato sencillo, la vajilla y cristalería tiene que destacar, incluso del color que le haga un guiño al mantel. Las servilletas pueden ser un toque vistoso utilizando colores diferentes, sin colocarlas con formas ornamentales”, explica el equipo de Linen.
4. Colocar centros de mesa
“Es muy importante partir de un estilo en concreto para que todos los elementos de la boda adquieran un sentido y eso ayude a crear una experiencia en la mente de los invitados. No importa que vuestra boda sea de estilo industrial, campestre o clásico. Hay muchas formas de poder adaptar la decoración y, sobre todo, poder adaptarla a vosotros y vuestra forma de ser, que es lo que le va a dar un toque de lo más especial”, explica el equipo de profesionales de Entre Tonos Pastel.
Los centros de mesa llena de alegría cualquier espacio, pero a la vez traen dolores de cabeza por su difícil elección. Una vez más, el estilo y la estación del año influyen a la hora de acometer esta pequeña aunque importante partida. Desde Zankyou, recomendamos hacer uso de la imaginación y la creatividad, con espacio para la innovación y alguna que otra incursión en la rebeldía.
Cada boda trae consigo su centro de mesa, pero siguiendo normas generales, los altos suelen utilizarse para banquetes celebrados en grandes espacios; el motivo no es otro que crear un ambiente acogedor debido a la amplitud del lugar. Por contra, las bodas en espacios reducidos no requieren centros de mesa muy altos, sino testimoniales y sutiles que, además de económicos, no generen agobio por exceso de decoración. Estos centros de mesa también son idóneos en banquetes celebrados al aire libre, donde el entorno, henchido de decoración natural, requiere una ornamentación artificial más minimalista.
Dentro de los elementos más utilizados en la disposición de centros de mesa, destacan las flores, vinculadas al estilo de la boda y a la estación del año. Los colores también toman un papel importante en la elección de las flores, las cuales deben concordar con el resto de elementos decorativos. Los tarros de cristal o los soportes de madera suelen ser los soportes elegidos para colocar las flores, muchas veces combinadas con farolillos o velas para incrementar el carácter bucólico de la decoración. Para mesas imperiales, opta por los caminos de flores, muy románticos y salvajes al mismo tiempo.
5. No olvidar pequeños detalles
Una boda tiene muchos detalles que algunos novios pasan por alto. Para recordarlo están las wedding planners, que conocen el sector a la perfección, con sus protocolos, tradiciones e innovaciones.
Para refrescarte la memoria, te sugerimos poner nombres a las mesas en lugar de números. No nos engañemos: las matemáticas no son románticas ni bellas, al menos a simple vista (sabemos que los intelectuales aprecian su encanto). En cualquier caso, los nombres, con el uso de palabras más o menos atractivas, ayudan a tematizar la mesa e introducirla en un todo. Además, las palabras utilizadas adquieren una belleza que ayuda a divertir y a decorar, aunque solo sea por la ambientación y recreación que nos sugiere dicho vocablo. Y, finalmente, el nombre puede verse acompañado de una decoración acorde, ya sea con objetos o colores.
Por otro lado, las minutas contienen datos importantes de la boda, como el menú de la misma. ¿Por qué no adecuarla a la decoración del evento? Ya sea por el estilo, los colores utilizados, los dibujos o la caligrafía, su importancia es más alta de lo que muchos novios imaginan.
Y los regalos de los invitados también pueden colocarse de manera original. Uno de ellos podría ser el vino García Carrión, que ofrece pequeñas botellitas para que regaléis a vuestros invitados y creéis un rincón muy TOP con ellas. Así, ¡ellos podrán pasar a recogerlas cuando gusten y todos estarán encantados!
Por último, el photocall, dispuesto en los aledaños del banquete, es un elemento sorpresa que hará las delicias de los invitados antes, durante y después del convite. Igual que sirve de bienvenida en multitud de discotecas y espacios de fiesta, en tu boda no puede faltar para decorar el espacio y divertir a tus invitados. Intenta que el estilo del photocall concuerde con el de toda la boda y añade complementos para que usen todos los asistentes durante sus fotos en el mismo.
¿Has apuntado todo? ¡Ahora ya lo tienes todo claro! Pero, recuerda, que el factor más importante que debéis considerar, es vuestro estilo. ¿Sois clásicos o preferís un estilo más informal o desenfadado? Desde Fit For Weddings siempre recomiendan a cada pareja que se olviden de las modas y que sean fieles a su personalidad, porque las modas, al final, pasan, y lo mejor es no dejarse llevar por ellas si no os sentís 100% identificados.
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