El destino, ese juego del azar, fue el que unió las vidas de María e Ignacio. Ambos vivían en el mismo barrio, por lo que se conocían de vista, pero nunca antes se pararon a entablar una conversación. Únicamente cruzaban miradas y alguna que otra sonrisa… Hasta que un día, un cliente del trabajo de María le comentó que ella sería la novia perfecta para su hijo… Y cuál fue su sorpresa, que ese chico no era otro que ese hombre con el que siempre tuvo esa especial conexión. ¡Las vueltas que da la vida!
María e Ignacio empezaron a salir y en verano de 2015 se fueron unos días de vacaciones a Francia para vivir una experiencia única e irrepetible, ya que fue en París, la ciudad del amor, donde Ignacio hincó rodilla bajo la Torre Eiffel y le pidió matrimonio. Una escena que debió de ser de lo más romántica…
Los novios
Pronovias fue la firma nupcial que escogió María para su vestido de novia, escogiendo un modelo sencillo de corte sirena, cuello barco y escote en pico en la espalda con pequeñas aplicaciones de pedrería. Un diseño que le favorecía muchísimo y con el que estuvo radiante. Los zapatos responsables en acompañarla a esta gran aventura fueron unas sandalias color plata de Jimmy Choo. ¡Glamour a raudales!
Uno de los detalles que más nos ha gustado del look de novia de María, ha sido el tocado de novia de Suma Cruz, una corona hecha a medida de joyas artesanal. El toque perfecto para adornar con estilo, elegancia y glamour su cabello.
Las joyas son esenciales para complementar el vestido de novia, de ahí que María luciera unos elegantes pendientes de su madre de oro blanco y brillantes, y el anillo de pedida que era un solitario clásico de oro blanco y un brillante de José Luis Joyerías.
El ramo de novia de la Floristería Layen destacó principalmente por sus tonos blancos y verdes, compuesto por rosas blancas de jardín, flor de arroz, verde africano y bivurnum. Una composición sencilla a la par que maravillosa.
El maquillaje lo dejó en manos de la reconocida marca de cosmética Bobbi Brown y el peinado lo realizó su peluquera de siempre, ya que es la que mejor conoce su melena y los recogidos que más le favorecen, luciendo así un recogido trenzado para la ceremonia y un semirrecogido para la hora del baile.
El novio lució un chaqué clásico inglés de tres piezas y lo combinó con un chaleco cruzado color vainilla, hecho a medida en la sastrería de El Corte Inglés por Alfonso Mayorga, y unos elegantes zapatos de cordones de Carolina Herrera.
Ceremonia y banquete
María e Ignacio escogieron la temporada estival para darse el “sí, quiero” definitivo y la fecha seleccionada fue el 9 de julio de 2016. La ceremonia religiosa se celebró en la iglesia Corpus Christi y el banquete se festejó en el precioso Palacio Monte Miramar de Málaga. Un lugar de lo más distinguido y elegante.
Una boda a la que no le faltó ningún detalle de decoración: divertidos globos blancos de helio, letras grandes iluminadas, originales cleenex personalizados para ‘lágrimas de felicidad’, chapas personalizadas con mensajes divertidos, bengalas personalizadas para el baile y flores, muchas flores.
El servicio de catering estuvo a cargo del propio Palacio Monte Miramar y pudieron degustar exquisitos entrantes en el cóctel, donde por supuesto, no pudieron faltar los mojitos y el sushi.
A todas sus invitadas las obsequiaron con mini macetas de crasas personalizadas con su propio logo de boda y a todos los caballeros de la velada les sorprendieron con un kit de gin-tonic, una mini botella Bombay Sapphire. Un regalo que seguro le gustó a más de uno. Aunque, para regalo especial el que tuvieron con todos los invitados del enlace, mini botellas de vino dulce con una foto del tío de la novia, ya que falleció el año antes de la boda y era como un padre para ella. Un homenaje precioso y conmovedor.
Baile de los novios
Un día especial, maravilloso, familiar y lleno de detalles que cerraron con el baile al son de Manuel Carrasco. El responsable en captar cada momento de la boda no fue otro que David Luque, un excelente fotógrafo que ha sabido plasmar a la perfección la felicidad de los novios y todos y cada uno de los detalles de la celebración.
Y como nos gustan las historias de amor que son fruto del destino, os recomendamos este otro reportaje: El caprichoso destino: la boda de Ana y Michael.
Lugar de celebración : Palacio Monte Miramar | Vestido de novia: Pronovias | Tocado de novia: Suma Cruz | Floristería: Flores Layen | Fotógrafo: David Luque Fotografía | Maquillador: Bobbi Brown | Invitaciones: Woowlow | Photocall: Risbox | Joyas: José Luis Joyerías
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