Un día cualquiera te levantas, sales de casa, vas al metro y, de repente, conoces al amor de tu vida… Sí, hay trenes que solo pasan una vez en la vida, y eso Sheila y Jesús lo saben muy bien, ya que cuando lo tuvieron en frente suyo, no se lo pensaron dos veces y subieron juntos de la mano a ese vagón que les ha llevado hasta la iglesia para darse el “sí, quiero” para siempre. ¡Para que luego digan que eso solo pasa en las películas!
Aunque de película, la pedida de mano que le hizo Jesús a la mujer de su vida. Y es que teniendo una hermana viviendo en París, la ciudad del amor, te facilita mucho las cosas y te hace sumar puntos. De ahí que se llevara a Sheila a pasar unos días a la capital francesa y vivir una experiencia de lo más especial y romántica. La pedida fue frente a la hermosa e impresionante Basílica del Sagrado Corazón, en francés, Sacré-Coeur.
Los novios
Si tuviéramos que definir en una palabra el estilo de la novia, sería romántico. Sheila confió en una de las firmas nupciales más prestigiosas de nuestro país y escogió un vestido de encaje con escote en barco y manga francesa de Pronovias. La falda era de estilo evasé con pequeñas aplicaciones de encaje, un corte que le favorecía muchísimo.
Y como de encaje va la cosa, los zapatos no podían ser menos. De ahí que también estuvieran realizados a mano de este tejido tan femenino y delicado. En cuanto a las joyas, sheila lució el anillo de pedida de oro blanco con diamantes y unos preciosos pendientes que fue regalo de su abuela, todo de Aragoneses Joyeros.
Para el ramo, Sheila se inspiró en una composición que vio navegando por internet. Sintió un flechazo por esos tonos pasteles y le pidió expresamente a la Floristería Fronda que se lo hicieran igual. Y siguió la misma línea de colores para el resto de adornos: decoración de la iglesia, para los prendidos, para el coche de novios, etc.
Y como toda mujer tiene su “príncipe azul”, el novio hizo honor a su título y escogió estos colores para su chaqué y chaleco, todo de Fuentecapala.
Ceremonia y banquete
La fecha escogida por los novios fue el 14 de agosto del 2016 y nada mejor que una boda en la sierra para combatir el calor de la temporada estival.
La ceremonia se celebró en la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, en Navacerrada. Idónea para celebrar bodas pequeñas con pocos invitados. Y el banquete fue en la finca de Etxemendi de Araceli en San Agustín de Guadalix, a tan solo veinte minutos de Madrid.
Baile de los novios
¿Hay algo más bonito que ver a unos novios bailar abrazados? Estamos seguros de que fue un momento de lo más emotivo y especial y que os marcaréis muchos más bailes como este a lo largo de vuestra vida. Un aplauso al equipo fotográfico de Mirlo Azul que supo inmortalizar cada momento.
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Vestido de novia: Pronovias | Lugar de celebración: Etxemendi de Araceli | Flores: Fronda | Chaqué novio: Fuentecapala | Fotógrafo y videógrafo: Mirlo Azul
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