Un amigo en común, compañero de universidad de María y amigo de la infancia de Sergio fue el que hizo posible que la historia de amor que hoy os contamos con la ayuda de las fotografías y el vídeo de Javier Berenguer se hiciese realidad.
“Empezamos a salir en la misma pandilla y nos gustamos desde el principio”, cuenta María. Sin embargo, como ella misma dice, “tuvieron que pasar varias citas a solas para que nos diéramos una oportunidad”. Y la cosa salió tan bien que, años más tarde, Sergio aprovechaba un viaje a Londres (una ciudad que a ambos les encanta) para, con el puente de Westminster como escenario, pedir matrimonio a María que, cómo no, dijo que sí.
Los novios
Para el que siempre será uno de los días más especiales de su vida, María escogió un vestido de estilo ibicenco de la colección Atelier 2015 de Pronovias confeccionado en encaje con aplicaciones de guipur , pedrería en tonos plata y flecos. El cuerpo de tirantes y escote en pico tenía sutiles transparencias que también estaban presentes en la espalda, cubiertas en ambos casos por aplicaciones de guipur. Muy guapa, deslumbró a todos a su llegada a la ceremonia del brazo de su padre.
Su anillo de compromiso, unos sencillos pendientes de oro blanco prestados por la mujer de su padre, unas bailarinas de Menbur y su ramo de novia, obra de La Trastienda, responsables también de toda la decoración floral, fueron los complementos por los que María se decantó para completar su look de novia. El ramo fue, precisamente, uno de los elementos más llamativos de su look, como ella misma explica: “Estaba compuesto por rosa de David Austin en melocotón, astilbe blanco y hojas de eucalipto entre otras flores y verdes desconocidos. Como detalle, tuve el capricho de que llevara una planta crasa integrada. Era voluminoso y de tallos vistos y largos atado con puntilla en tono beige”.
Para el peinado, María confió en la peluquería Stylos de Alicante. “Lleve un moño bajo adornado con una corona de flores de porcelana en tonos nácar, melocotón y dorado, diseñada por Tocados Julieta and Co”. Ella misma fue la autora de su maquillaje, en tonos muy suaves.
La ceremonia
Tan pronto como decidieron que se convertirían en marido y mujer, María y Sergio tuvieron claro que celebrarían tanto la boda como el convite en la finca Yeguada LaGloria que quedó perfectamente engalanada para la ocasión por las chicas de La Trastienda.
“Les pedimos que para la ceremonia predominaran los tonos verdes y melocotón (como el ramo de la novia) y que todo tuviera un estilo campestre/rústico. Nos decoraron la pérgola y las sillas de la zona de ceremonia y también ambientaron con sus flores y sus mueblecitos vintage el lugar donde se encontraban las atenciones para los invitados (abanicos, pañuelos y saquitos de arroz)”, explica María.
Las lecturas que hicieron sus invitados durante la ceremonia civil dieron paso a algunos de los momentos más emotivos del día para los novios que no podían dejar de sonreír durante la ceremonia.
Y tras el sí quiero llegaron las fotos, de la mano de Javier Berenguer, en quién los novios confiaron también para el vídeo de su gran día.
El banquete
Mientras tanto, los invitados iban descubriendo todos los detalles que los novios, junto a los responsables de la finca Yeguada LaGloria y las chicas de La Trastienda habían preparado para el gran día.
“Las mesas estaban vestidas con mantelería blanca y silla Tiffany en blanco también, acompañada de caminos de mesa confeccionados para la ocasión por mi madre en una tela de rejilla melocotón rematada con puntilla”, recuerda la novia.
“Los centros los elaboraron las chicas de La Trastienda en tonos blancos y verdes con soporte de caja de madera acompañando al estilo rustico del resto de la decoración. También pusieron unas velitas que fueron de utilidad para encender las bengalas que habíamos preparado para nuestra entrada y que ambientaban muchísimo. Para indicar el número de mesa realizamos una manualidad con bastidores de bordar y telas de patchwork , formando los números con botones. El mesero, de estilo barroco, también lo realizamos nosotros, con la ayuda de mi madre que tejió unas flores de ganchillo que decoraron las pinzas con las que se sujetaban los meseros”, explica.
El baile
Y tras el convite, cómo no podía ser de otra manera, con el corte de la tarta nupcial, llegó la fiesta. Para la apertura los novios eligieron la versión de Prince Royce de la canción Stand By Me. “¡Habíamos recibido clases de baile latino y nos apetecía hacer algo diferente!”, cuenta María.
Y es que cuando los novios preparan su boda con tanto cariño y dedicación como lo hicieron María y Sergio, el resultado solo puede ser una boda para el recuerdo. ¡Enhorabuena a los dos y gracias por compartir con nosotros vuestro gran día!
Si te ha gustado este post, no te pierdas la boda de Susana y Ángel en los incomparables paisajes naturales de Lanzarote, ni la de Myriam, una novia con dos vestidos.
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario