Los semirrecogidos que se ponían de moda en los años 90 ya presagiaban la llegada de un modelo de peinado de novia cada vez menos definido que los moños ultra articulados que estaban en boga entonces. El casual hair, un look que también ha recibido otros términos igual de definitivos, como gym hair o undo, libra al cabello de la invasión de horquillas, laca y demás productos fijadores: el objetivo es conseguir un efecto lo más natural y relajado posible, a medio camino entre el look de día y el aspecto ultraromántico de las producciones de moda.
La inevitable evolución hacia este tipo de peinados no es otra que la necesidad de ser fieles a una misma en un día tan importante como es el de la boda. No hay nada peor que echar un vistazo al álbum de boda en veinte años, y no reconocernos o arrepentirnos de haber elegido un vestido o un peinado que no casaba en absoluto con nuestra forma de ser.
Eso sí: aunque el objetivo final del undo es que parezca que nos hemos tomado con calma nuestro aspecto, sin darle excesiva importancia, el trabajo para que el cabello luzca espléndido requiere de la mano de un profesional, que nos oriente tanto en su cuidado como en el corte, la fijación y el secado.
Así nos lo explica el estilista Moncho Moreno, encargado de dar forma al cabello de las novias de Pronovias en su desfile anual, y que nos contaba estos días que el tiempo empleado en este tipo de peinados no baja nunca de los 45 minutos. ‘Estos peinados llevan mucho trabajo detrás porque hay que marcar bien el pelo y texturizarlo con productos muy específicos’.
‘No es cierto que este tipo de peinados requieran menos productos. Lo importante es crear el efecto óptico con productos de fijación extrafuertes, específicos para profesionales. También es recomendable que las novias no se hayan lavado el pelo el mismo día’.
Los looks más populares: coronas de trenzas, una coleta lateral, un moño suelto… ‘Este tipo de looks son perfectamente casual. Es muy importante disponer de una buena cantidad de pelo, por lo que a veces es necesario recurrir a extensiones, para que las novias luzcan diferentes texturas en el cabello’.
Lo mismo opina Luciano de Paoli, hair stylist de Art Lab, para quien la trenza lateral deshecha es el casual wedding hair por excelencia. ‘Éste es un peinado romántico, rotundamente. Y aunque es actual porque ha marcado tendencia, no es nuevo. Me parece un peinado ideal para este estilo de novia’.
‘En general resulta bastante sencillo de llevar a cabo, pero sólo una vez hayamos preparado la textura del cabello’. El éxito del peinado depende por tanto de peinar el cabello previamente, tratando de conseguir consistencia y soltura, para que resulte una melena lo más abundante posible. ‘La onda va a facilitar el volumen, y que la trenza se quede sujeta durante todo el día’.
Si nos encontramos con un cabello muy fino, es recomendable utilizar un producto texturizante. Si es corto, Paoli recomienda también decantarse por las extensiones, para no correr el riesgo de que la coleta luzca demasiado pobre. ‘Si partimos de un pelo muy fosco, con mucho volumen, sucede lo contrario: tenemos que alisarlo hasta llegar a esa forma ondulada y algo más ligera’.
‘Este tipo de trenza es muy natural, va algo deshecha, y lleva unas suaves ondulaciones con algo de producto en las puntas y la parte delantera. Aunque se trate de un undo, no deja de estar en todo momento bajo control, porque previamente se habrá trabajado la textura’. El proceso permite, además, que el pelo no vaya perdiendo volumen a lo largo del día.
Los productos recomendados: ‘para conseguir un efecto brillo, se puede utilizar Brilliant Spray All Shine de Aveda, o Light Element Smoothing Fluid, también de Aveda’.
Lo bonito es que el cabello decida su dirección una vez lo hemos terminado de trabajar, para que mantenga ese estilo tan romántico, femenino y favorecedor a lo largo de todo el día.
Fotografías cortesía de One Love Photo, Sweet Little Photographs y Julian Beattie.
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