Las casualidades de la vida son las que hacen que esta sea tan divertida. Y también fue lo que hizo que, viviendo los dos en Oviedo, Silvia y Santi se conocieran a miles de kilómetros de allí: concretamente en Ontario (Cánada) mientras estudiaban un curso de inglés de un mes.
Comenzó así una historia de amor que puso su broche de oro en una maravillosa boda retratada por Martín-Valle fotógrafos y a la que Silvia accedió tras una pedida de película romántica. “Me lo pidió en París. No era nuestro primer viaje (ni fue el último) a París, pero sí el más especial. Había preparado un montón de sorpresas sin que yo sospechase nada, hasta un paseo en un antiguo Citroen dos caballos. ¡Hasta hubo una en espectacular restaurante Le Ciel (uno de los más exclusivos y con mejores vistas de la ciudad)”, recuerda Silvia.
Para el día más especial de su vida, uno en el que se ponía el broche de oro a una historia de cuento, Silvia escogió un vestido de novia a la altura. Se trataba del Modelo Delta de la colección 2014 de Pronovias, un precioso modelo con corte princesa en el que destacaba el corpiño lleno de pequeñas florecitas, con un ribete de tul que adorna el pecho. Un cinturón ancho de la misma tela separaba el top de la falda, dando así un mayor protagonismo a esta última.
Como joyas, Silvia lució su anillo de compromiso, realizado por Josep María Vidal, un joyero artesano de Tarragona (ciudad donde residen los novios). “Santi acertó de pleno acudiendo a él. Oro blanco en curva, con ocho diamantes en talla brillante encastrados. Si hubiese ido yo a por él, fijo que hubiese escogido ese mismo”, cuenta la novia. Los pendientes, muy sencillos eran dos diamantes en talla brillante encastradados en oro blanco que el novio la había regalado por su cumpleaños. Un tocado de Le Touquet, considerado como “una joya más” por la propia novia, puso el broche final al peinado dando un toque muy romántico al conjunto.
El maquillaje y la peluquería fueron obra de Lorena Carbajal (MAC) y de Barbara de Barbareando, respectivamente. Ambas captaron a la perfección la esencia de lo que Silvia quería para su gran día: realzar su belleza de un modo natural y para nada exagerado.
Por supuesto, cuidando cada detalle de su look de novia, Silvia no se olvidó de sus zapatos y su ramo. Los primeros, unos peeptoes en color nude con glitter en la suela de Miu Miu. El segundo, un espectacular bouquet de rosas de pitiminí elaborado por Pando Floristas, quienes se encargaron también de toda la decoración floral.
El otro gran protagonista del día, Santi, apostó por un elegante traje para convertirse en un hombre casado. Como joyas , llevaba unos gemelos de Caramelo y un reloj de Tissot.
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la iglesia de San Isidoro el Real, en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo y dentro de su casco histórico. Toda la decoración se basó en hortensias blancas, una flor muy asturiana que colocaron en grandes cestos, tanto dentro como fuera del templo.
Tras el sí quiero, los novios aprovecharon este mágico escenario para hacerse sus primeras fotos como recién casados de la mano de Ana y Tony de Martín-Valle fotógrafos, a los que en esta ocasión acompañó Manu, de RGB photosocial. Unas imágenes llenas de magia que reflejan todo el amor de la pareja.
Para el convite, el lugar elegido fue el Hotel La Reconquista de Oviedo, uno de los más emblemáticos de la ciudad. Allí los novios y sus invitados disfrutaron del cóctel y el banquete en un precioso ambiente también decorado con hortensias blancas por Pando floristas. Las minutas y meseros los realizaron en el propio hotel, con la imagen del edificio.
Como regalos para sus invitados los novios repartieron jabones y bálsamo labial de Oh Jabón! empaquetados en rosa y blanco, y con etiquetas personalizadas. Para los chicos, cervezas artesanales Tierra de Frontera, con etiqueta personalizada de la boda y una botella de vino tinto del Monasterio de Corias.
Y como no podía ser de otro modo, el baile de los novios dio paso a la fiesta. A ritmo de Sàra perché ti amo, de Richi e Poveri, Silvia y Santi dejaron boquiabiertos a sus invitados que no se esperaban para nada tanto ritmo para su baile inicial. ¿La música de la boda? A cargo de Sonifón Sound & Music.
Y es que cuando los novios ponen tanta ilusión en su boda como lo hicieron Silvia y Santi, son pocas las cosas que pueden salir mal y muchos los instantes para recordar del gran día. ¡Enhorabuena a los novios y muchas gracias por compartir vuestro gran día con nosotros! Si te ha gustado esta boda, no te pierdas el amor aventurero y a primera vista de Myriam y Rafael ni el día soñado de Sara y Javi.
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario