Es casi, casi vox populi el hecho de que Marilyn Monroe lo único que se llevaba a la cama consigo cada noche eran unas gotas de Chanel nº5. Una sola frase que valdría a la firma de moda el equivalente a miles de millones de dólares en publicidad a través de las décadas, hasta el punto de convertirla en protagonista de uno de sus spots a mediados de los años 90.
Sin embargo, la fragancia ideada por Cocó Chanel no sería el único affaire cosmético de Marilyn a lo largo de su vida: un segundo perfume, que había permanecido secreto a ojos del mundo hasta ahora, podría haber desbancado al imponente aroma de Chanel en el tocador de la estrella de Hollywood.
Los afortunados, la prestigiosa firma londinense Floris, que, con motivo de la exposición en torno a Marilyn Monroe del Museo Salvatore Ferragamo de Florencia, indagaron recientemente en sus propios archivos hasta encontrar un insólito documento: una factura fechada el 14 de diciembre de 1959, a nombre de Marilyn Monroe Miller, y que acredita la adquisición de seis botellas de Floris Rose Geranium.
El envío, tramitado bajo el nombre de la entonces asistente personal de la actriz, Ms. Dorothy Blass, cruzaría el charco desde su tienda en Londres hasta el hotel Beverly Hills de California, donde Marilyn se hospedaba en esas fechas coincidiendo con el rodaje de ‘Con faldas y a lo loco’.
El perfume secreto de Marilyn aún puede adquirirse en la actualidad, en forma de eau de toilette, esencia de baño y jabón, y sus notas características recorren el aroma del geranio, los cítricos y las rosas, así como una base de madera de cedro. ¿Te imaginas hacer tuyo este secreto de belleza de camino al altar?
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