Acabáis de comprometeros. Hay muchas cosas que preparar y estoy segura de que estás muy emocionada. El lugar de celebración, las flores, los invitados y, sobre todo… el vestido… ¡tu precioso vestido de novia! Sin duda, te estarás preguntando:
1. ¿Por dónde empiezo?
¡Gran pregunta! La respuesta que os viene a todas a la mente es internet, ¿a que sí?
La mayoría de las novias en el momento que deciden casarse, corren a su ordenador a ver las últimas novedades y tendencias de novia. Un segundo paso muy generalizado es asistir a ferias de novias o eventos nupciales.
Bueno, es un sistema y no es malo, pero no es el que yo seguiría.
Mi consejo: dedica un día a celebrar con tu pareja vuestro compromiso. Iros desde por la mañana por ahí de excursión, a comer a algún pueblito cercano, a pasear por el bosque, y charlad durante de ese día de todos vuestros sueños, de cómo os imagináis el gran día, de cómo imagináis el lugar de celebración, la fiesta, y dejad volar vuestra fantasía, como si tuvierais una varita mágica o una lámpara maravillosa. Todo vale, ¡estamos soñando!
Esa noche, cuando llegues a casa y te metas en la cama, cierra los ojos e imagina todo. Imagínate vestida de novia, entrando en el pasillo, con tu futuro marido ya esperándote al final del mismo. Después de eso estarás lista para empezar a buscar vestido.
2. ¿Con cuánto tiempo de antelación debería ir a elegir mi vestido de novia?
Las colecciones de novia salen aproximadamente en septiembre del año anterior al de la temporada y, en mi opinión, esa es la mejor fecha para empezar. Con todas las novedades fresquitas y recién aterrizadas. No importa si te casas en abril o en octubre.
No tengas miedo de que sea demasiado pronto ni nada de eso. No saldrán colecciones nuevas hasta el pequeño ‘refresco’ de abril, y si tu vestido te enamora, no vas a ver ningún otro luego que te guste más.
Por otro lado, en septiembre las tiendas suelen liquidar sus muestrarios del año anterior para hacer sitio a los vestidos de nueva temporada, ¡por lo que puede darse el caso de que encuentres el vestido de tus sueños a un precio de auténtico chollo!
3. ¿Cuántas tiendas es conveniente que visite?
Visita cuantas quieras, empieza por aquellas de las que tengas referencias de amigas o conocidas, mira sus catálogos, conversa con las personas que se encargarán de probarte. Concierta cita sólo en aquellas que te hagan sentir cómoda y confiada, (necesitarás esa sensación hasta el último día de pruebas) y, preferiblemente, no te pruebes en más de tres sitios.
Recuerda que los vestidos de novia, como los perfumes, terminan embriagando y además no podrás ver juntos los que más te han gustado de cada tienda.
4. ¿A quién le pido que me acompañe a las pruebas?
Pide que te acompañen pocas personas, muy de tu confianza y ¡¡preferiblemente con tus mismos gustos!! Muchas opiniones te volverán loca y no serás capaz de decidirte por no contradecir a nadie; más aún si son personas con distintos gustos al tuyo, que te irán, con su mejor intención, apartando de tu idea inicial.
5. ¿Cómo sabré que es el adecuado?
Bien, no me queda más remedio que desterrar por siempre una leyenda urbana que oigo muy a menudo: ‘En cuanto te lo veas puesto, lo sabrás’… pues eso es FALSO.
Hay novias que lo saben en cuanto lo ven… en el escaparate. Hay otras que necesitan probarse el mismo vestido tres veces para tenerlo claro. Las hay que sin el empujón de sus acompañantes no se decidirían nunca. Algunas necesitan pensarlo durante unos días, otras creen que se equivocaron y vienen a la primera prueba muertas de miedo pero cuando se lo vuelven a ver, respiran aliviadas…
No hay dos mujeres iguales, no hay dos novias iguales, no hay dos bodas iguales.
Así que, simplemente, confía en tu propio criterio, ponte en manos de profesionales auténticos, de personas que te transmitan confianza, y escucha sus consejos, déjate guiar. Las personas que nos dedicamos a esto (vocacionalmente), deseamos, más que nadie, que deslumbres el día de tu boda.
Puedes ver aquí todas las empresas de Vestidos de novia.
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