'Farm wedding': Ideas para celebrar una boda en la granja
No es lo mismo una boda en el campo que una boda en una granja. Las farm weddings son la nueva revolución nupcial de las redes sociales y una de nuestras tendencias favoritas a la hora de decorar espacios o elegir entornos que se salgan de la norma y transporten a los invitados a un decorado 100% country. ¡Descubre cómo tener una boda así!
No es lo mismo una boda en el campo que una boda en una granja. Las farm weddings son la nueva revolución nupcial de las redes sociales (hay páginas y tablones de Pinterest dedicadas exclusivamente a ellas), y una de nuestras tendencias favoritas a la hora de decorar espacios o elegir entornos que se salgan de la norma y transporten a los invitados a un decorado 100% country. ¿El punto de partida? Desde distribuir corners de fruta en lugar de las manidas candy bar, hasta alquilar un granero o incluso un rancho para acomodar la ceremonia y la cena.
Una de las versiones de farm wedding que mejor funciona al otro lado del charco es la de la cena pot luck; esto es, un tipo de cena en petit comité, muy popular en Estados Unidos, donde cada comensal aparece con un plato de su elección, que se comparte entre el resto de invitados. Este tipo de banquete -por llamarlo así-, es sólo apto para bodas muy pequeñas, aunque no se nos ocurre nada más íntimo que una comida casera que compartir entre nuestros seres más queridos en un días así.
¿Otra opción? Las barbacoas al aire libre.
Es importante que en este tipo de bodas que el menú no difiera del entorno que hayamos elegido para casarnos: una boda de granja debe ir acompañada de una cena o comida ídem, con alimentos de granja, a poder ser orgánicos, que eviten los productos preparados y los envases y vayan directamente del corral a la mesa. Aves, frutas y hortalizas frescas, miel en crudo, leche entera fresca, queso de granja o una hogaza de pan de pueblo.
Otro aspecto a tener en cuenta son los vehículos motorizados, que en los últimos tiempos se han convertido casi en un invitado más a las bodas, tanto si se utilizan en los desplazamientos de los novios como un elemento decorativo más o una parte de la sesión fotográfica. Las camionetas antiguas son un escenario perfecto en este último caso, aunque también hemos visto alguna que otra pareja subida a un tractor agrícola. Colócalo en un espacio abierto, con alpacas de heno… y ya tienes una escena romántica asegurada.
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La elección del espacio es probablemente la tarea más complicada a la hora de organizar una boda de este estilo. Los graneros son la opción preferida para los novios hipster, aunque no siempre es la opción más sencilla, además de conllevar problemas de acondicionamiento si el espacio no se presta normalmente al alquiler de bodas. Por otra parte, un escenario excesivamente preparado o ‘pulido’ puede restarle encanto a la idea general de la boda rústica.
Existen sin embargo otras opciones, como una hacienda antigua o incluso un viñedo, probablemente la opción más popular entre los novios españoles, por la vasta tradición vinícola de algunas comunidades autónomas. En estos casos se puede acondicionar el sitio para coordinar la temática del vino con la sencillez natural de las bodas de granja.
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Sea cual sea el caso, hay clásicos que no fallan y que permiten dar homogeneidad a la decoración ya sea uno u otro tipo de espacio. La decoración suspendida es una de ellas: banderines, pompones, penachos de flores que cuelgan del techo, lámparas de papel y sobre todo redes de iluminación LED, muy efectivas en espacios cerrados de techos altos. Cerciórate de que el espacio cuenta con un generador eléctrico, así como metros de cable suficientes para iluminar todos los rincones.
Los centros de mesa también ayudan a crear ambiente, especialmente con frutas frescas, botellas antiguas, lecheras, herraduras, barriles, latas o incluso troncos de madera dispuestos a modo de pedestal. Aprovecha para separar ambientes con cortinas de gasa en color blanco. Las flores, siempre de temporada.
Los otros tres elementos clave que seguro darás uso en tu boda de granja: arpillera, cuerda y rafia, más baratas que el lazo de seda convencional, y con tantas posibilidades como ideas tengas. Puedes utilizarlas indistintamente en los centros, las sillas o incluso el ramo.
No olvides indicar en la invitación o incluso en el save-the-date la etiqueta para los invitados de la boda: al fin y al cabo, se trata de una ceremonia algo más informal y recogida, así que es posible que no sea necesario tirar la casa por a ventana con los vestidos de fiesta o el calzado.
Trajes sencillos de lino y alpargatas para ellos, y vestidos cortos y botas para ellas, para que no tengan problemas con el bajo del traje. Asegúrate de que queda bien claro el lugar de la boda en ambos casos (por ejemplo, con una invitación en forma de granero, o dónde ponga GRANJA bien grande): no sólo es importante a la hora de elegir vestuario, sino que es posible que alguno de tus invitados presente alguna especificación alérgica relacionada con el entorno (alergia al heno, por ejemplo).
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