La moda está en todos los sectores, y el de la fotografía no se iba a quedar atrás. En éste también hay tendencias, nuevas formas de captar los momentos, de transmitir mucho en una instantánea y de gustos. Por que con el tiempo y las modas, los gustos van variando, y en la fotografía de boda eso es lo que ha ido pasando con el tiempo. Se trata de algo, que aunque ahora no os lo parezca tanto, con el tiempo será muy muy preciado. Las fotos de vuestro gran día, así tal cual fue, naturales y divertidas, emocionantes y sentimentales, tal y como lo vivisteis es como os gustará que se vea.
Es por eso que debéis tener muy en cuenta a la persona que escojáis para haceros el gran reportaje de la boda. Hay mucha gente, aficionados, amateur… que os lo pueden hacer, pero nada comparable al trabajo de grandes profesionales del sector, como Emilio Almonacil, que tienen una experiencia a sus espaldas incuestionable.
Aunque a veces cuesta, porque buscar y mirar mucho al final agota, no hay que desistir y escoger lo primero que os parezca. Es un momento importante. Si no estáis cien por cien seguros de lo que estáis viendo o lo que os ofrecen y no hay manera de poneros de acuerdo, seguid buscando, no os conforméis. Porque a la larga esos son los recuerdos que os quedan, más allá de las emociones vividas en vuestra propia piel.
Con las fotografía naturales y espontáneas como las de Emilio Almonacil veréis, no sólo vuestros momentos y vivencias, sino como todos vuestros familiares y amigos invitados a la boda lo vivieron. Son fotos distintas, con delicadeza, que reflejan realmente lo que sucedió aquel día, en cada instante, sin perder detalle de lo más bonito.
No es fácil encontrar profesionales así, con rigor y con experiencia, pero que sepan estar al día de las tendencias y de lo que los novios piden ahora. Ya no son importantes esos posados arcaicos y aburridos con familiares que os hacen perder tiempo. Ahora lo importante es captar y estar sin que se note, sin que los demás sepan que hay una cámara, pero que ésta esté y al final recoja lo mejor del día, de vuestro gran día.
Por otro lado, tenéis que tener en cuenta vuestro estilo. Es verdad que las tendencias siempre están a la orden del día y hacer que muchos vayamos en la misma dirección. Pero si vuestra idea es seguirlas, pero con matices, ¡que no os de vergüenza! Es importante que os reunáis con el fotógrafo unas cuantas veces antes, pues así podéis hablar de lo que él hace, y de lo que vosotros queréis. No ha de ser todo blanco o negro. Si os gustan las fotos naturales y espontáneas pero también queréis que se hagan fotos más tradicionales con la familia o en las mesas de los invitados, por ejemplo, sólo tenéis que decirlo. Es una parte importante la de las reuniones previas. Es ahí donde ha de quedar todo cerrado y bien hablado, pues el día de la boda estaréis por mil cosas que estarán sucediendo y que estaréis viviendo, y no os daréis cuenta de lo demás.
Emilio Almonacil sabe como tratar a las parejas para que se sientan cómodas, lo menos tímidas posible ante el objetivo de una cámara, al que muchos no están acostumbrados. También sabrá calmaros, aconsejaros y guiaros, pues su experiencia en tantísimas bodas hace que transmita confianza y saber hacer.
Un buen fotógrafo, natural, espontáneo y con las ideas claras sobre lo que es una boda y lo que vale la pena fotografiar ese día es lo que vais a necesitar. No dudéis, pensar y buscar. Grandes profesionales en el sector, como Emilio Almonacil, os darán el mejor resultado y recuerdo de vuestro gran día. De lo contrario, por no pensarlo bien, puede que luego no os guste nada y os arrepintáis siempre, ¡que una boda no se repite cada día!
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