El año 2016 está siendo un curso horrible para el mundo del arte. Carrie Fisher, actriz que interpretó a la princesa Leia en la saga Star Wars, ha sido la última en dejarnos. El trágico suceso tuvo lugar ayer, después de una lucha de cuatro días tras sufrir un infarto el pasado viernes. Tenía 60 años.
El portavoz de la familia, Simon Halls, fue escueto pero claro en su mensaje a los medios: “Con un gran pesar, Billie Lourd confirma que su querida madre, Carrie Fisher, falleció a las 8:55 de la mañana (hora local de Los Angeles)”.
Icono de la cultura pop
Interpretando a la princesa Leia, Carrie Fisher se metió a una generación en el bolsillo e hizo lo propio con las venideras. La guerra de las galaxias es una franquicia de cómics y películas que ha trascendido hasta alcanzar el rol de fenómeno social, un referente de la cultura pop para millones de personas de todas las edades. Como Leia, Carrie Fisher formó parte de ese fenómeno y también se convirtió en un icono de talla mundial.
Fue a partir de 1977, con el estreno de Una nueva esperanza, cuando la saga se convirtió en una religión para sus fanes más acérrimos y en un símbolo cinematográfico para el resto de los mortales. Carrie Fisher encarnó a Leia en Una nueva esperanza, El imperio contraataca, El retorno del Jedi y El despertar de la fuerza, habiendo finalizado su participación en el Episodio VIII previsto para 2017.
Una princesa guerrera
Leia se unió a la Alianza Rebelde para combatir el despotismo del Imperio capitaneado por el malvado emperador Darth Sidious. Como heroína, Leia destacó por ser una princesa atípica, muy diferente a las princesas que hasta entonces (y hoy en día) habíamos conocido. Era luchadora, inteligente, su opinión era fundamental, tenía importancia política, era ducha con cualquier arma y nunca se daba por vencida.
Acostumbrados a las princesas Disney frágiles y dependientes de su chico, Leia era un ejemplo para todas las mujeres luchadoras que, poco a poco, empiezan a tumbar tabúes y estereotipos en un mundo de hombres. Su relación con Han Solo (Harrison Ford) es un claro ejemplo del equilibrio entre amor e independencia que caracteriza a las mujeres de verdad (el “Te amo”, “Lo sé” que se dicen recíprocamente muestra a la perfección la igualdad de condiciones de ambos personajes). En palabras de George Lucas, Leia era una”princesa poderosa, luchadora, sabia y llena de esperanza. Un papel que era más difícil de lo que la mayoría de la gente podría pensar”.
Imagen de mujer real
A excepción del célebre bikini dorado, su imagen dista mucho de la ofrecida por las actuales heroínas. La exhibición de la mujer como objeto sexual, todavía presente en algunas películas de la actualidad, se alejaba considerablemente del personaje de Leia. Además de su belleza, la Leia de Carrie Fisher nos encandiló por su sabiduría, autonomía, fuerza, inconformismo y lucha. El concepto de mujer artificial que nos vende la televisión, siempre perfecta y apoyada en su físico, no comulga con la forma de ser de nuestra Leia. Como más tarde hiciera Sigourney Weaver en Alien interpretando a la teniente Ellen Ripley, Leia representaba el concepto de una mujer moderna, luchadora y brillante, capaz de perder la compostura y no restar un ápice de su autenticidad y perfección. Era, sin duda, la representación de una mujer real.
Los looks más célebres de Leia son conocidos por todos los fanáticos de La guerra de las galaxias, pero también por el resto de personas que se han topado con alguna imagen de la franquicia:
Uniforme/vestido rebelde
En la primera película de la franquicia (Episodio IV: Una nueva esperanza), Leia aparece con un vestido largo, blanco (su color fetiche) y sujeto al cuello que demuestra sobriedad desde este punto hasta el final. Era un atuendo cómodo, ideal para pelear sin perder elegancia, y perfecto para la primera incursión de la joven como rebelde en territorio enemigo. La personalidad, sofisticación y espíritu de lucha de Leia resaltaban en este bello uniforme, que buscaba resultar útil y, al mismo tiempo, cuidar las formas de su portadora. Su blaster (arma de la galaxia) nunca faltaba por si acontecía algún peligro, además de su característico peinado con los “rollos de canela” a ambos lados de la cabeza. ¿Quién no recuerda ese esperpéntico look de culto?
Vestido de princesa
Aunque Leia es combativa y disfruta al pie del cañón, sobre el campo de batalla, más en la vanguardia que en la retaguardia, la princesa ostenta un cargo importante y también debe estar a la altura de su título de vez en cuando. Así pues, en eventos de estado, la joven muestra un elegante vestido blanco que enaltece sus formas femeninas con pulcritud y elegancia, tal y como vemos al final de Una nueva esperanza. Con un ligero escote y suelto hasta los pies, el vestido se refuerza con un gran cinturón plateado y un collar de la misma naturaleza, y se completa con un recogido del pelo muy peculiar. Por suerte, sabemos que esa apariencia delicada se combina perfectamente con una mente inquieta y luchadora. Una cosa no quita la otra.
Uniforme de combate en la nieve
En la segunda película de la saga (Episodio V: El imperio contraataca), el planeta helado de Hoth es el escenario de una cruenta batalla entre el Imperio Galáctico y la Alianza Rebelde. Además de una característica trenza que rodea su cabeza, el uniforme de combate de nieve viste a Leia durante casi toda esta película. Con éste, la princesa muestra su lado más valiente y combativo, con el arma a punto para no dejar vivo ningún Soldado Imperial. Con el fin de derrumbar estereotipos y colocar a la heroína al mismo nivel que sus compañeros, Leia lleva la misma ropa que ellos para enfrentarse a los poderes del mal.
Bikini metálico dorado
Durante la tercera película de la saga (Episodio VI: El retorno del Jedi), el alienígena Jabba el Hutt secuestra a la princesa Leia y la obliga a ponerse un bikini dorado durante su enclaustramiento. Aunque según Carrie Fisher el bikini iba asociado a una Leia “más femenina, más solidaria y más cariñosa”, años después manifestó su malestar por haber cedido ante esta representación sexista de la mujer. Tenía toda la razón, pues resultaba innecesaria esa exhibición teniendo en cuenta la naturaleza de la heroína.
Aun así, esta imagen se ha grabado en la memoria de todos los fanes, convirtiéndose en un mito erótico. Sin excusar de ninguna forma el comportamiento sexista puntual de los responsables de la franquicia, pudimos ver a una Leia que, además de inteligencia y lucha, poseía una poderosa belleza. A pesar de los anticuados roles que muchas personas todavía mantienen de hombre y mujeres, nunca ha existido conflicto entre la belleza y la fuerte personalidad.
Ropa militar
El despertar de la fuerza se estrenó el año pasado con fenomenales resutados. Carrie Fisher volvió a aparecer y esta vez lo hizo con ropa militar, como sus compañeros de batallas. Volvemos al equilibrio en una saga que ha recurrido a heroínas para salvar el mundo galáctico, como Rey en el episodio mencionado y Jyn Erso en Rogue One: Una historia de Star Wars, película autónoma de la saga. Aunque su atuendo está pensado para el combate, Leia no pierde en ningún momento sus dotes de mando y es la encargada de mover los hilos de las misiones principales. Que a nadie se le olvide quién manda aquí.
Leia, echaremos de menos tu entrega y determinación, así como tus ideales, que variaron el concepto de mujer. Por suerte, nos quedan tus películas. ¡Que la fuerza te acompañe, princesa!
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