Sabíamos que esta boda iba a ser especial y, por supuesto, no nos defraudó. Irene y Gustavo son una pareja complementada a la perfección. El romanticismo de ella y el estilo hípster de él hicieron de la boda un evento muy especial que nadie olvidará.
El Hotel Suite Novotel fue testigo de todos los preparativos previos a la ceremonia. Ella eligió para su gran día un precioso vestido de José María Peiró, un modelo blanco de gasa con detalles de encaje en la parte superior.
Acompañó el look con unos zapatos espectaculares de Úrsula Mascaró. Para el maquillaje y el peinado escogió a Jessie Arte & Estilo, que consiguieron dejar a Irene ¡espectacular!
En cuanto al ramo de novia, confió en Flor Zen, quienes prepararon un precioso ramo en tonos rosas y blancos muy elegante. Le aportó el toque de color que la novia necesitaba. ¡Estaba perfecta!
Gustavo, por su parte, escogió un traje de Absolute Bespoke, especialmente diseñado a medida para él, con un chaleco de cuadros y una pajarita que llevaron todos los invitados, dando a la celebración un toque ¡muy chic!
La ceremonia se celebró en la Iglesia de La Concepción, en Málaga, donde se vivieron momentos muy emotivos. La entrada más divertida fue la del novio, llegó en una Volkswagen Kombi, una furgoneta muy retro que el matrimonió usó tras la ceremonia para su reportaje fotográfico, con fotografías muy chulas, para el que confiaron en Pedro Bellido, un fotógrafo malagueño que vivió el mágico enlace como un testigo más de la celebración, capturando cada momento especial y cada detalle, consiguiendo fotografías tan espectaculares como éstas.
La novia, como es costumbre, llegó del brazo de su padre, mientras el novio la esperaba impaciente en el altar. La ceremonia estuvo llena de emociones y sentimientos, que estuvieron presentes en todos los momentos de la celebración. ¡Sin duda, fue una boda llena de magia!
El banquete se celebró en el Hotel La Viñuela, un hotel boutique que decoraron con mucho encanto. La boda entre vintage y chic hasta el momento, se convirtió en un evento rústico con un estilo hípster muy especial: fardos de paja, palés de madera, pizarras con la descripción del menú, mensajes para los novios que los invitados introducían en una gran botella. Todo, por supuesto, complementado con flores de colores, a cargo de Ana Mari Floristas. ¡Una decoración muy original que encantó!
Y como no podía ser de otra forma, el buffet también se presentó de una manera sorprendente: cervezas, cocktail de huevos rotos, sushi, pescaito frito… ¡Una gran variedad de delicias a prueba de los paladares más exigentes!
Como broche final, en el baile presentaron una barra de gin-tonics acompañados por música en directo de la mano de Free Soul Band y Los Electroduendes, ¡un grupo malagueño con el que lo pasaron genial hasta altas horas de la madrugada!
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