Todo, absolutamente todo, está al servicio de la cultura pop, un fenómeno que ha repercutido en todos los órdenes de la vida para sus fanes más acérrimos. Los llamados “frikis” son entusiastas de libros, series, juegos y películas que, hoy en día, han sobrepasado la barrera de los marginados o inadaptados y se han colocado en todos los estratos de la población, incluso entre aquellos que se consideraban populares o “guays”.
Juego de Tronos es un fenómeno incomparable que ha enganchado a todo el planeta. Los verdaderos fanáticos han utilizado dicha imaginería para decorar, nombrar hijos e, incluso, tematizar momentos. Con motivo del estreno de la séptima temporada, descubre cómo es un boda basada en los libros de George R.R. Martin y en la popular serie de HBO.
Detalles de hielo y fuego
Aunque la época y tierra en la que se ubica Juego de Tronos es inventada, sus características están muy relacionadas con la Edad Media, aderezada con el nutritivo material de las novelas fantásticas y de caballerías. Poniente es un maravilloso territorio de ficción que ha bebido de las grandes fantasías de la literatura y, tanto su oscuridad como secretismo es un regalo para imaginar situaciones. Tu boda, el evento estrella de esta aventura llamada vida, tiene una referencia de grandes proporciones, atestada de detalles y especialidades. Velas, pergaminos, copas extravagantes, estandartes, banderas, telares…; el material es abundante y la imaginación de Martin el único límite, repleto de emociones fuertes, muy fuertes, rojas, envenenadas, heladas y ardientes.
Usando la saga como referencia, los motivos de cada casa (ciervos, lobos huargos, dragones…) deben primar en la decoración, tanto en las paredes como en las mesas. Las velas se disponen en candelabros, el resto de iluminación ha de ser tenue, el ambiente acogedor y cálido. Los mapas fueron elementos de gran importancia en dicha época y pueden usarse para organizar el banquete, orientar a tus invitados e incluirles dentro de una gran casa familiar.
Papelería de antaño
Las invitaciones y save the date son excelentes opciones para aprovechar la jugosa carnaza de Juego de Tronos. El Medievo, incluso el fantástico que se despliega en la saga de Poniente, es una período rico en símbolos, lemas y emblemas. El orgullo y la patria eran asuntos muy serios y, por ello, la simbología pertinente decoraba todo lo posible y se utilizaba como distinción en todo tipo de elementos: cartas, escudos, banderas, pergaminos…
La papelería de tu boda no es un asunto menor y sirve para colocar las insignias de los Stark, Targaryen, Lannister, Greyjoy, Tyrell, Martell y demás casas como motivo identificativo. También puedes utilizar el lacre para sellar los menús de boda, incluir una tipografía de corte medieval y, en definitiva, recrear hasta el último detalle que reina en el día a día de esta mítica fantasía.
¿Novia o princesa?
Hay parlamentos con frases míticas que Juego de Tronos ha infiltrado en el argot del siglo XXI. “Yo no soy una princesa, soy una Khalessi”, dijo Daenerys Targaryen en referencia a su nombre regio en la cultura dothraki. Los vestidos de novia inspirados en la serie se han basado mucho en los trajes de dicha princesa atípica, desde sus galas más exquisitas, con el azul, el blanco y el plateado como principales tonalidades, hasta sus conjuntos más salvajes, con fuertes contrastes cálidos (rojos, naranjas, rosas y amarillos). Además, los complementos y detalles tienen mucho que ver con la Madre de Dragones, es decir, sus trenzas, cabellos ondulados y preciosos recogidos en peinetas, diademas y tiaras relucientes, un símbolo de esperanza en una tierra oscura y sometida al yugo del hombre codicioso. La saga da especial importancia a las mujeres.
Los vestidos largos en tonos encarnados, como los que porta con elegancia sibilina Cersei Lannister; los claros y misteriosos, como los de Margaery Tyrell; o los sobrios y poderosos, como los últimos de Sansa Stark, son atuendos de gala para bodas de corte medieval, ideales para celebraciones en grandes salones o en mitad de la naturaleza.
Caballeros
¿Cómo viste un caballero? Como un dandy del siglo XII, con su armadura impoluta y reluciente a pleno sol o bajo las estrellas, listo para la batalla. En tu boda no se va a organizar ninguna escaramuza, ni siquiera una justa medieval (a excepción de los espectáculos sin heridos para la ocasión); sin embargo, Jaime Lannister y Stannis Baratheon han sabido lucir su elegancia varonil con maestría y tu chico puede inspirarse en ellos para dejarte boquiabierta. Sabemos que en Juego de Tronos la pasión es uno de los pilares que sujetan el argumento, y la indumentaria de tu chico puede ayudarte a convertirla en realidad.
Ya que una armadura no es tan fácil de conseguir como un traje, tu futuro marido puede optar por una buena chaqueta, con la insignia de su casa favorita, y una capa, con chaleco debajo para recargar el conjunto con un toque sofisticado. No obstante, el detalle de la espada es un guiño fantástico que exigimos que el chaval se curre un poco; si es de acero Valyrio, mejor, solo por si se presenta a la cita quien no debe. “Winter is coming”, como ya sabéis.
Grandes salones
Los salones son los espacios que mejor pueden acondicionar una boda de estas características. Te recomendamos espacios amplios, ricos en detalles, con la piedra y madrea como elementos conductores. Los telares, los candelabros y las flores son aditamentos exquisitos para recargar cada uno de los emplazamientos. Quizá es el momento de lanzarse a la piscina y optar por un castillo para este gran acontecimiento, una casa rural o una mansión imponente. Aun así, los espacios al aire libre, con la naturaleza como protagonista, también quedan muy bien en ocasiones de esta índole.
Recuerda cada uno de los grandes escenarios del libro y serie, analiza todos sus puntos fuertes y da el “sí, quiero” como mandan los cánones frikis. ¿Te imaginas celebrar tu boda en una réplica de la Sala del Trono en Desembarco del Rey? Podrías imitar las grandes celebraciones que se han organizado allí, al pie del Trono de hierro, entre las paredes que escuchan, como Tyrion y Sansa Stark. Eso sí, en un espacio como éste, lo mejor es mantener la espada desenvainada por si alguien decide traicionarte o venderte al mejor postor. Si eres más de frío, Ned Stark y Cathelyn Tully hicieron lo propio en Invernalia, una tierra marcada por la nieve, los abrigos de piel de huargo y los cuervos. Básate en sus nupcias y prepara una celebración muy especial. No obstante, cuidado con el realismo del sarao, no vayan a visitarte los Caminantes Blancos para dar rienda suelta a sus inciertos poderes helados.
Un banquete de reyes
El convite debe copiar los grandes ágapes degustados en la Edad Media, donde la cantidad y la calidad se ponen a la misma altura. El exceso es clave, aunque siempre con cierta elegancia y sin espectáculos grotescos. Así, la carne en grandes piezas (chuletas, paletillas, entrectors, solomillos, piernas de cordero…), el pescado y las copiosas guarniciones a base de patatas y verduras protagonizan un menú con el que ningún comensal se quedará con hambre.
Usando una cubertería adecuada, una vajilla acorde y manteles de gala medieval, el conjunto estará más que conseguido. El vino en cascadas (Tyrion Lannister daría su aprobación), la cerveza y los licores fuertes son los acompañamientos ideales para los adultos que quieran meterse más en el ambiente. Si la música que acompaña estalla en melodías de violines, violonchelos y gaitas, el resultado final parece más que perfecto.
Apetitosos y ¿peligrosos? dulces
En el último apartado, los postres se llevan todos los honores en materia artística. Contrata al mejor repostero e incluye detalles de la serie en tu tarta de boda, desde dragones hasta espadas y estandartes, siempre cuidando el estilo que buscas. Descubre los postres favoritos de los personajes, construye huevos de dragón dulces y recrea momentos inolvidables. No obstante, si no quieres un final de boda dramático, intenta que Meñique y compañía no se metan en la cocina para dicha labor, no vayas a acabar como el maquiavélico Joffrey Lannister.
Disfruta de una boda diferente, con tu amor por Juego de Tronos como guión para un día inolvidable, e intenta que tus invitados se metan en el papel. ¡Jamás olvidarás una celebración así! Si no ponen de su parte, puedes “advertirles” y, ya de paso, recordarles que “un Lannister siempre paga sus deudas”.
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