Viendo las imágenes de esta magnífica boda es fácil pensar que no es una pareja ni una celebración real. Pero lo cierto es que sí lo es. Detrás de esa lujosa e impactante boda hay una historia de amor preciosa cuyos protagonistas han querido que culminara en un día absolutamente inolvidable.
Una boda así no podía dejarse al azar, por eso fue la agencia de wedding planners Caramel la encargada de organizarlo desde el principio hasta el final, para que el resultado fuera una celebración preciosa, lujosa y con mil y un detalles muy inspiradores.
La creadora de la cuidadísima decoración de estilo clásico y tremendamente sofisticada fue Julia Shakirova que se encargó de adornar no sólo la zona del banquete sino también la habitación de la novia en un hotel de lujo. La llenaron de preciosas flores hasta conseguir dar la sensación de estar en un auténtico jardín, algo que sin duda consiguieron. Una gran idea la de decorar también este espacio, porque es un lugar en el que la novia pasa mucho tiempo, maquillándose y peinándose y en el que se hacen muchas fotos.
El impactante vestido de la novia fue creado en exclusiva por Dolce & Gabbana e inspirado en el espectáculo en la colección Primavera Verano 2014. Tenía 60 metros de tul, 20 metros de tela y más de 250 flores. Los originales “zapatos jaula” también diseño de Dolce & Gabbana aportaron un toque original y de lujo al look de la novia. Un complemento que no puede dejar a nadie indiferente.
La novia lució tres looks diferentes a lo largo de toda la boda. Para la ceremonia en la iglesia llevó un vestido de encaje blanco y mangas largas: un estilismo muy elegante y sobrio, perfecto para un acto religioso. Para la sesión de fotos y la cena prefirió llevar el traje rosa de flores de Dolce & Gabbana y a la mitad del banquete se cambió para llevar un vestido corto, algo más cómodo para bailar y disfrutar de la fiesta plenamente.
El banquete se celebró en una antigua fábrica y se decoró al más puro estilo Dolce & Gabbana. Las paredes de ladrillo, vigas oxidadas, techos altos, grandes ventanas hasta el suelo contrastaban con impresionantes candelabros dorados, miles de flores y altísimos centros de mesa. Un entorno muy industrial que combinó a la perfección con la delicadeza de las flores gracias a la decoradora Julia Shakirova. Los invitados pudieron disfrutar del dulce colocado en una gran mesa con fruta fresca, bayas y deliciosos quesos de diferentes países. Las paredes estaban decoradas con enormes fotos de los novios, hechas en una sesión preboda de Love Story.
La preciosa tarta nupcial rosa y llena de flores se presentó en un original soporte: un sillón negro, algo que sorprendió mucho a los invitados. Además durante la noche, los familiares y amigos de los novios pudieron participar en juegos y bailes muy divertidos.
Sin duda, una boda muy especial, al alcance de muy pocos pero que puede servir de inspiración para muchas otras más sencillas. En ella han participado un equipo de profesionales que han puesto el alma en el proyecto para conseguir hacer realidad el sueño de unos novios. Si queréis ver más fotos de esta impresionante boda, no os perdáis la galería que hemos preparado con todos los detalles de esta celebración de lujo.
Fotografías: Lena Kozhina
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