Hay historias que merecen ser contadas de principio a fin, historias eternas que se escriben desde siempre, así como la de Julia y Juan. Los padres de ambos eran amigos y cuando ellos nacieron, sus vidas ya caminaban juntas. Después de 9 años como pareja, Juan organizó una pedida de mano bastante romántica, “preparó unas velas en la habitación y de rodillas pidió que me casara con él, convirtiendo aquella tarde cualquiera en un día único”, comenta Julia, mientras revive ese día mágico. El 20 de agosto, en medio de una celebración llena de color y diversión, en la Finca los Torreones de Madrid, ambos se prometieron caminar de la mano, para siempre.
Los novios
Julia soñaba con ser una novia especial y su traje tenía que ser tan versátil como elegante. La firma encargada de confeccionarlo fue Just Novias. Sus delicados encajes y el corte, acorde a la figura de Julia, fueron un acierto que no dejó indiferente a nadie. El ramo de la novia tampoco pasó desapercibido. Los responsables de crear esa pieza única fueron Flores en el Columpio, quienes reunieron diversas flores silvestres preservadas, jugando con tonalidades en azul y amarillo y consiguiendo realzar el look de la protagonista. El maquillaje y peinado estuvo a cargo de Tony Espada, quien supo remarcar los delicados rasgos de Julia con un look fresco y elegante.
El príncipe de este cuento, Juan, vistió un traje de Gerardo Chaqués en color azul marino y una corbata en colores estampados con la que aportó un toque atrevido y muy original. Las alianzas de los novios, hechas a medida, eran de la firma Mösson.
La ceremonia
La encargada de cazar los momentos inolvidables de la boda de Julia y Juan fue Patricia Seijo. “Nos emocionamos al ver las fotos que Patricia había capturado, escogiendo cada detalle, con muchísimo mimo y cuidado. Estamos encantados de haberla elegido porque sus fotos son una auténtica maravilla, son trocitos de arte que ha sabido escoger y capturar. No había nadie mejor para captar todos los momentos”, comenta la feliz pareja. Además contaron con Alex Nicolaev, videógrafo que documentó el gran día de forma profesional, versátil y discreta, “un lujo tener a Álex con nosotros en la boda, hizo todo facilísimo sin que notáramos que estaba allí”, añaden.
El banquete
El toque floral estuvo a cargo de Aster Decora. Las flores silvestres ubicadas en los diferentes espacios eran las pinceladas que remarcaban el estilo de la boda y la personalidad de la pareja.
Los diferentes rincones estaban decorados con muy buen gusto: muebles vintage, palets de madera, un curioso rincón de sombreros para los asistentes y diferentes detalles rústicos que creaban una atmósfera especial e inolvidable, a la que se sumó Special Day con la decoración de las mesas. Para los invitados tampoco faltó detalle, los chicos recibieron unas botellitas de Rioja de la firma Cosas de Boda, mientras que las chicas unas macetas biodegradables con arena y semilla para plantar de la marca Verdementa.
Además de los diferentes complementos de esta boda con tanta personalidad, los novios consiguieron cautivar a los asistentes bailando al ritmo de Thinking out loud, de Ed Sheeran. Una boda única con una historia de amor de cuento que esta pareja resume como “la suma de los pequeños detalles”. Una celebración que los asistentes recordarán por siempre. ¡Enhorabuena pareja!
Lugar de pedida: Finca los Torreones | Vestido de novia: Just Novias | Ramo de flores: Flores en el Columpio | Maquillaje y peinado: Tony Espada | Traje de novio: Gerardo | Alianzas: Mösson | Fotografía: Patricia Seijo | Vídeo: Alex Nicolaev | Decoración floral: Aster Decora | Wedding planner: Special Day | Detalles para invitados: Cosas de boda y Verdementa
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