La vestimenta de los niños en la boda (I)

Mientras que el intercambio de anillos entre los novios puede hacer lagrimear de emoción a más de uno, el momento en que los niños caminan hacia el altar para llevarlos entre gateos, tropezones y caídas y sólo pueden provocar sonrisas de ternura y más de una carcajada. Y como estos niños serán el foco de atención durante ese momento, sus vestimentas deberán reflejar el tono de la celebración y coincidir con la paleta que se utilizará para el decorado general.

La historia del cortejo

La tradición del cortejo de niños en las ceremonias de boda surgió en la Edad Media, cuando las princesas eran acompañadas por los miembros más pequeños de su familia, quienes las ayudaban con el manejo del vestido, con pesado en aquella época. Posteriormente, cuando los vestidos se simplificaron, estos niños se convirtieron en los encargados de arrojar arroz a los novios, como símbolo de fertilidad. En algunos países, incluso, era costumbre que uno de ellos durmiese en el dormitorio de la novia la noche antes de la boda, como buen augurio de la descendencia masculina.

Con qué ropa vestirlos

Todo el mundo presta atención a la vestimenta de los chicos. Por eso es fundamental asesorarse bien en la elección de la ropa para ese niño o niña responsable de custodiar los anillos hasta el momento en que se colocan en la mano de los novios.

Diseños: Para las niñas no hay nada más femenino que un vestido clásico blanco acompañado de una faja de color que haga juego con el adorno de la cabeza. Para los especialistas el punto smock es un clásico y puede resultar muy romántico, sobre todo en las más chiquitas. Para las más grandes aconsejamos los vestidos evasé o soleras, dependiendo de la estación, o la línea balloon para las más audaces.

En relación al largo del vestido lo ideal es a la mitad de la pierna, debajo de la pantorrilla. Las madres en general lo prefieren bien largo para que haga conjunto con el vestido de la novia, pero los especialistas recomiendan que no pase de la medida de la pierna, porque la que tiene que resaltar es la novia no la niña. En el caso de que el séquito de la novia incluya varones, las bermudas azules o beige combinadas con una camisa blanca, celeste o rayada siempre serán un acierto.

Colores: Lo ideal para estas ocasiones es el blanco, combinado con toques de color en tonos pastel, azul o verde seco. También hay ciertos colores que podrían no acompañar la complexión de un rostro infantil y es mejor tacharlos de la lista; el negro, los plateados, dorados, y los estampados muy oscuros son algunos ejemplos. Aunque en general es mejor obviar cualquier estampado si se trata de una niña que va a subir al altar. También puede ser una buena idea elegir el color en relación a la estación del ano o al decorado que vaya a tener la iglesia.

Telas: La tela mas elegante y apropiada para los vestidos de las niñas es el organdi. Sin embargo su alto precio ha llevado a que también se opte por otro tipo de telas, que además le otorgan al vestido un estilo mas informal, adaptable a diversas ocasiones. El organdi es tela muy linda pero también es muy costoso y por eso muchas veces recomiendo diseñar el modelo con la misma hechura típica de bodas, con vainillas y nervaduras, pero con telas un poco mas económicas tipo oxford, piquet o panilla. Esto permite además usar el vestido en otras oportunidades ya que no queda tan formal, comentan los especialistas. Si se trata de niños muy chiquitos habrá que evitar telas que puedan provocar picazón o que sean muy rígidas, ya que la comodidad es fundamental a la hora de vestir a cualquier niño.