Hoy abro el baúl de los recuerdos para hacer un recorrido por todos esos vestidos de novia de la realeza europea que nos han enamorado, unos más que otros, así que si eres fan de las bodas reales ¡no te pierdas este viaje por la moda nupcial de los últimos 100 años! Con el paso de los años ha habido una evolución en los vestidos de novia acorde con el estilo de cada una de las princesas que han llegado al trono. Las normas y las tradiciones han variado, al igual que ha cambiado el hecho de que llegaran al trono princesas como Grace Kelly, nuestra princesa Letizia, Mette Marit, todas ellas mujeres que no pertenecen ni proceden de ninguna casa real.
Un buen ejemplo de esta evolución y cambios en la monarquía ha sido la última boda real celebrada entre Sofía Hellqvist, ganadora de un concurso de televisión, que también trabajó como camarera, modelo y stripper, con Carlos Felipe, el único hijo varón de los Reyes de Suecia. El vestido llevaba seda española y su pelo recogido en un clásico moño bajo dejaba ver su tatuaje en forma de sol en la nuca, además Sofía lució una tiara regalo de los Reyes de Suecia y el tradicional ramo con mirtos.
Victoria de Suecia lució en 2010 para su boda un vestido de novia de satén duquesa de seda en color crema con fajín en la cintura, cuello barco y adornos en la cola de 5 metros. La tiara de los camafeos data de tiempos de la emperatriz Josefina, hace más de 200 años, quien la recibió, muy probablemente, como un regalo de su marido, Napoleón Bonaparte.
Su hermana, Magdalena de Suecia, apareció en el año 2013 con un vestido de novia de Valentino de organza de seda y encaje chantilly marfil con una cola de 4 metros. El mirto, una flor tradicional de las novias y que simboliza el amor y el matrimonio, estaba muy presente en el ramo, como ha ocurrido con todas las novias reales de Suecia.
Una de las novias más impresionantes que recuerdo, fue sin duda la bella y espectacular Grace Kelly, que contrajo matrimonio con el príncipe Rainiero III de Mónaco, en 1956, con un vestido de novia que más de medio siglo después sigue inspirando a novias de todo el mundo. El vestido estaba hecho con encaje antiguo de Valenciennes con rosas de puntilla y perlas incrustadas, seda peau de soie, tafetán de seda y tul con aljófares y diminutos lazos azules ocultos en cada una de las tres capas del cancán. Su carrera como actriz hizo que su vestido de novia lo ideara Helen Rose, la diseñadora de vestuario de los estudios MGM.
Las siguientes novias en el Principado de Mónaco. La primera fue Carolina de Mónaco, que lució un vestido de novia de Christian Dior que constaba de un cuerpo con transparencias y encaje, adornos florales y de encaje en los puños y la falda, y en el pelo aros de flores en vez de la clásica tiara. A la boda acudieron leyendas de Hollywood como Ava Gardner, Cary Grant y Frank Sinatra. Su hermana Estefanía fue mucho más austera llevando un vestido de novia corto de un diseñador desconocido. La siguiente fue Charlene, que contrajo matrimonio con Alberto de Mónaco en 2011, luciendo un vestido de novia de Giorgio Armani hecho con seda duquesa y organza de seda blanca con 40000 cristales de Swarovski y 20000 lágrimas de madreperla con una cola de 5 metros. La última boda, la celebrada entre Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi en 2013, nos mostró a una novia más moderna que, para su boda civil, se atrevió con un vestido de Missoni y unas sandalias planas en color plata para la ocasión. ¡Su vestido de novia para la boda religiosa sigue siendo un misterio!
¿Quién no recuerda la boda de Lady Diana, en 1981, con ese vestido de novia tan voluptuoso en tafetán de seda marfil y más de 40 metros de encaje antiguo? La cola del vestido era de 7,62 metros, ¡la más larga de la historia de las bodas reales! Este traje nupcial nada tuvo que ver con el que Kate Middleton lució en su boda con su hijo, el príncipe Guillermo, 30 años más tarde. Un vestido, diseño de Alexander McQueen, que incluía, como tributo a las tradiciones británicas, encaje elaborado a mano y los emblemas florales del Reino Unido bordados: el cardo, narciso, trébol y la rosa. Su cola no medía más de 2,7 metros. Kate Middleton llevaba la tiara “halo” de Cartier, accesorio prestado por la reina Isabel II, mientras que Lady Di lució una tiara de herencia familiar.
Valentino también fue el modisto elegido por Máxima de Holanda para su vestido de novia de encaje y mikado marfil con cola de 5 metros. Su boda se celebró en 2002 en la cual lució una tiara y velo de tul de seda bordado a mano con motivos florales diseñada especialmente para la ocasión. Se combinó la base de la tiara, herencia de la corona holandesa, con unas clásicas estrellas con diamantes incrustados que han pasado de generación en generación desde la reina Emma, tatarabuela del rey Guillermo Alejandro.
Saliéndose totalmente de los estilos más elaborados y ornamentados, Mette Marit, que se casaba con Haakon de Noruega en 2001, sorprendió con una variante minimalista y simple de un vestido de novia de crêpe de seda color marfil. Fue una elección sobría pero cargada de simbolismo por estar inspirado en el vestido que lució la reina Maud, bisabuela de Haakon de Noruega, el día de su boda con el rey Haakon VII. El vestido era de manga larga y una cola no muy llamativa de 2 metros. El velo, de tul de seda, medía 6 metros.
Aquí tenéis en imágenes los 100 años de vestidos de novia icónicos por Zalando. ¿Con cuál te quedarías?
Saber más sobre “La evolución de los vestidos de novia de la realeza en Zalando.es ” Si os encantan todas las bodas reales y queréis conocer más detalles sobre algunas de ellas no os perdáis nuestro artículo sobre la última boda real de en Suecia descubre los detalles del enlace de Carlos Felipe y Sofía Hellqvist y las tiaras de la Boda Real británica.
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