Marta y Rubén lo tenían claro: todo tenía que salir perfecto. Después de tres años de vivencias juntos y una preciosa niña, decidieron que Club de Golf: Suites Retamares era el lugar perfecto para celebrar su matrimonio.
Situado en Alalpardo, a pocos minutos del centro de Madrid, el 14 de junio de 2013, Club de Golf: Suites Retamares se convirtió en testigo de la unión de Marta y Rubén. Un lugar lleno de elegancia y sofisticación, con un paisaje espectacular, ocho lagos de agua pura y un servicio excepcional, que hicieron que la boda fuera magnífica.
Para un día tan especial, Marta quiso lucir como una verdadera princesa y no tardó mucho en decidir cuál era el vestido de sus sueños. Acompañada por su madre en una de las elecciones más importantes, escogió un precioso diseño de Pronovias de estilo griego, junto con unos zapatos en color rosa palo de Jorge Larrañaga y un elegante ramo de la Floristería Gares. El maquillaje y el peinado los dejó en manos de La caja de maquillaje, profesionales que supieron sacar el máximo partido y combinar el estilo con la personalidad de Marta. De la organización de la boda se encargaron los profesionales de Dagor Eventos.
Por su parte, Rubén lució un chaqué negro combinado con una elegante corbata verde, que le daba un toque de color y alegría al conjunto.
El día llegó y la ceremonia civil fue todo un éxito, además de muy emotiva. Se realizó al aire libre, con una decoración llevada a cabo por los profesionales de Club de Golf: Suites Retamares, que supieron fusionar los deseos de los novios con la elegancia de sus instalaciones y una decoración exquisita, y así crear un ambiente romántico en el que a más de uno se le escapó alguna lagrimilla.
Tras la ceremonia y mientras los invitados disfrutaban de los excepcionales espacios exteriores, los novios aprovecharon para realizar un espectacular reportaje fotográfico en los maravillosos paisajes que les rodeaban. Impresionantes recuerdos, que 274km inmortalizó en fotografías que quedarán para la historia de su amor, así como el vídeo producido por Ariam Vídeo.
Recuerdos que unidos a los momentos tan especiales vividos en el cóctel hicieron de la boda de Marta y Rubén un enlace muy especial. En el banquete, el menú personalizado y la presentación gourmet encandilaron a los paladares más exigentes. Tras ello, los novios procedieron a obsequiar a los invitados con un recuerdo de su enlace, un detalle solidario. Si algo tuvieron claro desde que Rubén le pidió matrimonio a Marta, fue que en su boda colaborarían con una ONG, por ello decidieron decantarse por la Fundación Theodora.
Marta organizó un photocall en el que todos compartieron risas y alegrías y, llegado el momento del vals, los novios siguieron sorprendiendo al bailar al ritmo de Pulp Fiction, una coreografía que prepararon con antelación y dejó estupefactos a todos aquellos que les acompañaron ese 14 de junio. Una boda diferente en todos los sentidos.
Además les ofrecieron la posibilidad de contratar transporte de autobús para los invitados y baby sitter para la pequeña, algo que no dudaron ni un solo instante. Tampoco tuvieron ninguna duda a la hora de ofrecer a los invitados una de las 28 suites con las que cuentan las instalaciones, espacios a la altura de un evento de tal característica, con todo lujo de detalles. Ellos mismos tuvieron la oportunidad de disfrutar de una de las dos Vintage Suites de más de 80 m2.
Gracias a la originalidad de los deseos de los novios y el privilegiado entorno que les rodeaba, fue un enlace muy especial. Sin duda, una de las bodas del año, y aunque en un principio pensaron en realizar un íntimo enlace familiar, Club de Golf: Suites Retamares, les ofreció una completa organización de una boda espectacular que no pudieron rechazar. Gracias a la dedicación y el esfuerzo, la celebración fue todo un éxito.
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