Sin complicaciones pero sin perder un ápice de fuerza: estas son dos de las características esenciales que definen a las ‘novias urbanas’. Y es que los trajes sencillos y de corte limpio no están reservados en exclusiva para los enlaces civiles, y así lo indican las propuestas de algunos de los diseñadores españoles más reconocidos en moda nupcial.
El volumen de la falda se convierte en el detalle más romántico de estos look en los que el escote es prácticamente una prohibición. Jesús del Pozo da una vuelta de rosca al efecto del volumen con vestidos arquitectónicos. Los zapatos consiguen ser protagonistas en muchos casos gracias, entre otras, cosas al color o al movimiento de las faldas vaporosas que se permiten el lujo de tener largos irregulares y cortos, muy cómodos al caminar.
Es importante que el rostro quede despejado ya que en la mirada y en la expresión de la novia se concentran su fuerza y espíritu. El peinado de novia recogido se convierte en su mejor aliado y con él se puede jugar a conseguir candidez o a reforzar el minimalismo.
La novia urbana prescinde de encajes, bordados y abalorios, que cuando están presentes lo hacen de manera discreta pero con precisión. Por ejemplo, la diseñadora Rosa Clará propone accesorios en color oro como apuesta segura. Pero no por ello se siente menos princesa porque a lo que nunca debe renunciar una mujer es a su personalidad y estilo, y mucho menos en el día de su boda.
La pequeña pantalla nos ofrecía una pequeña excepción con la boda de una de las integrantes más carismáticas de la serie Friends, Phoebe Buffay. Ella organiza una boda 100 por 100 urbana, en plena calle, pero con un look de lo más romántico. Ni la intensa nevada que cayó consiguió detener a una novia con valor que nunca deja de ser ella misma.
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