Acostumbrados a los grandes jardines y salones, incluso a las fotos en playas y en mitad de la naturaleza, resulta extraño hablar de una boda en una casa particular. Pero no te equivoques: es una buena idea para las parejas que desean una boda íntima, para aquellas que dispongan de propiedades de lujo o para aquellas que no cuentan con los recursos deseados. Y el resultado, lejos de perder lustre, puede ser una verdadera maravilla.
Si quieres saber cómo organizar una boda en casa, no pierdas de vista estos 5 pasos.
1. Pensar en el tamaño de la casa
3. Conseguir la comodidad de los invitados
4. Contar con profesionales a la altura
1. Pensar en el tamaño de la casa
Hay varios motivos que pueden llevarte a organizar tu boda en casa. La idea de celebrar una boda íntima es una de ellas; la intimidad que genera el hogar familiar es una de ellas, lo cual suele ir ligado al número de invitados, reducido y adecuado para generar ese ambiente acogedor y privado. En algunos casos, las boda son tan íntimas que consisten en comidas o cenas de 5 o 10 personas, por lo que una casa es el escenario perfecto. Otra razón es la vinculación sentimental con ese hogar, lo que convierte el emplazamiento en el lugar perfecto para unir a dos personas de la familia en matrimonio. Una de los motivos más tristes es la dificultad que algunas personas invitadas pueden tener para acceder a un lugar determinado, ya sea por movilidad o por posible estrés.
Desde el ámbito puramente económico, muchas parejas se casan en su hogar para ahorrarse la contratación de un espacio que, junto con con el catering (a veces van de la mano), suele ser la partida más elevada de la boda. Otros novios, sin embargo, aprovechan sus terrenos para organizar su boda, como hemos visto en tantas películas americanas en casas de lujo con infinitos jardines.
Pero antes de hacer un planning sobre la boda, lo más importante es ser realista y saber a qué te enfrentas. ¿De verdad es factible la organización de una boda en tu casa? Tienes que tener una vivienda entre mediana y grande, con varios espacios para organizarlo todo, y con jardín. No es que esto último sea obligatorio ni que necesites una mansión para alojar tu boda, pero los jardines dan muchas más posibilidades y normalmente permiten aprovechar mejor el espacio. Así pues, un piso, a no ser que sea gigante y el convite no reúna a demasiados invitados, queda descartado.
2. Concretar los espacios
Una boda en casa necesita una gran planificación y aprovechamiento del espacio. Debe haber varias estancias para colocar todos los ambientes y otros tantos para que los profesionales contratados puedan trabajar. En una boda en casa, una wedding planner puede ayudar a organizar el espacio y sugiere alternativas, pues tienen experiencia para acometer todo tipo de bodas; pero tú y tu pareja (e, incluso, tu familia) también tendréis que dar el do de pecho y “mancharos las manos”.
En primer lugar, tendrás que determinar si tu boda en casa incluye la ceremonia, o si esta tiene lugar en otro emplazamiento. En el primer caso, el trabajo será mayor por parte de todos, pues el montaje de espacios será más laborioso. Si la casa es lo suficientemente grande como para acondicionar diferentes zonas, no habrá ningún problema. En cualquier caso, las flores quedan perfectas como parte del conjunto del jardín, y pueden situarse en el altar, en el camino o adherido a algunos de los asientos. Alrededor, mesitas con detalles siguiendo una temática, jarrones, cajas de madera, guirnaldas de flores y luces, velas, farolillos y elementos como el seating plan que quedarán encantadores.
Si celebras la boda en el jardín, asumimos que será primavera o verano y que el tiempo tiene más posibilidades de ser bueno que malo. Pero ya que no tienes por qué tener suerte, lo más lógico es tener un plan B, como puede ser la colocación de una carpa, toldos, cenadores y tarimas para que los asistentes puedan moverse. En la parte interior de la casa, sería fantástico contar con un salón de emergencia, aunque depende mucho del tamaño de la casa.
En caso de que sí puedas celebrar la boda en el jardín, acondiciona el lugar especialmente para la boda, siguiendo un estilo que se adapte al espacio. Utiliza flores y los detalles que obedezcan cada estilo, y tira del Do It Yourself (DIY) para completar algunas partidas ornamentales, mucho más sencillas de afrontar desde la facilidad del hogar. Eso sí: no satures el lugar si quieres ganar en comodidad.
Ya que no nos encontramos en una boda habitual, el cóctel y el banquete (se puede suprimir el primero) pueden celebrarse en la misma zona. Para el primero, como en toda celebración de este tipo, se puede tomar el aperitivo de pie para empezar la charla, y seguir el resto de la comida sentados a la mesa. Estas no tiene por qué ser redondas como en la mayoría de espacios, sino que pueden ser alargadas, bastante prácticas en este caso, o cuadradas, sin seguir los patrones establecidos. Para decorarlas, el centro de mesa es el aspecto más importante, y las flores en pequeñas, sencillas y originales macetas, acompañados de velas o jarrones, son perfectas.
Al mismo tiempo, los profesionales del catering contratado deben tener espacio para trabajar, aunque no sea el ideal. Los cocineros y camareros deben tener un lugar en el que cocinar y disponer la comida, ya sea la propia cocina, una sala aparte o un espacio en el jardín destinado a ello. En el caso de que haya fotógrafos y animadores, salas o habitaciones para dejar sus equipos y puedan prepararse. Intenta también que haya recursos para todos.
3. Conseguir la comodidad de los invitados
No te engañes: una boda en casa no te permite descuidar cualquier cosa. Es tu boda y tus invitados asistirán para estar cómodos y pasarlo bien. Así, haz todo lo posible para que se sientan a gusto.
Para llegar, dispón una zona de aparcamientos o infórmales sobre un lugar cercano en el que todos ellos puedan dejar el coche. También te recomendamos la contratación de un transporte que lleva a casi todos los asistentes a la boda, ya sea desde el lugar de la ceremonia o desde un punto de encuentro concreto. Esta opción es la mejor para evitar un grave embotellamiento por la zona y la desesperación por la búsqueda de aparcamiento.
Una vez en la casa, permite que tus invitados tengan diferentes lugares para moverse, con espacios más o menos amplios. Te recomendamos ser racional y limitar el número de invitados si vas a celebrar tu boda en casa; el exceso de personas en un lugar reducido puede generar confusión e incomodidad. Cuenta también con una buena iluminación, sobre todo cuando caiga el sol, ya que casi todas las bodas suelen recibir la llegada de la noche. Dispón bombillas, lámparas y guirnaldas en las zonas más importantes, y deja puntos de luz tenues en las zonas más decorativas y románticas.
Otros aspectos que no se tienen en cuenta, como los baños, son realmente importantes. ¿Será suficiente con los de tu casa? ¿Estás dispuesta a que se manchen? Para tener más utilitarios disponibles o para evitar que todo el mundo pulule por tu casa, podrías alquilar unos portátiles. Seguro que en este contexto no quedan tan sucios comos los de un festival de música, tranquila.
Finalmente, debes facilitar un espacio para la música, ya sea DJ o banda los que brinden sus servicios. Junto a ese espacio, dispón una zona para bailar, que puede ser un lugar apartado o el acondicionamiento de otro que ya hayas utilizado en otras partidas. Asegúrate también de que tienes suficientes enchufes para las tomas de corriente de todos los aparatos que pueda traer el grupo.
4. Contar con profesionales a la altura
Cuando hablamos de profesionales a la altura, nos referimos a proveedores que sepan adaptarse a todo tipo de contextos. En las bodas en casas suele haber menos espacio para moverse y trabajar, por lo que las personas contratadas deben utilizar bien los recursos y no interferir negativamente en el desarrollo de la celebración.
Lo mejor es fichar un catering que pueda organizarse en la cocina, en una sala aledaña, o que, usando una pequeña carpa, organice todo lo necesario para dar salida a cada plato. Asimismo, el catering te avisará de los elementos extra que necesitará, por si tienes que adquirir alguno con antelación.
Para estos casos, lo más práctico es un cóctel largo o un banquete tipo bufet, con puestos de comida y diferentes rincones; aunque el convite de siempre, más reducido en número de platos, también triunfa.
5. Aprovechar los detalles
La creatividad es una virtud que gana enteros en las bodas pequeñas, más si se realizan en un contexto tan personal. Al ser los “jefes del lugar”, los novios tienden a tomar más decisiones e intervenir en aspectos que, en una boda habitual, pertenecen a un profesional.
Así, toma las riendas en aspectos como la decoración, la música o la organización de diferentes áreas más personalizadas. Organiza un espacio de juegos con elementos de la casa o comprados para los más pequeños, o alquila columpios e hinchables (dependiendo del espacio) para entretener a los más pequeños antes, durante y después de la boda. Tira de imaginación para entregar obsequios manuales a tus invitados. Ya que habrás ahorrado en el lugar de celebración, seguro que puedes invertir un poco más para comprar algo mejor o recrearte en la realización del mismo.
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