Se acerca la cuenta atrás antes del día B y…, horror, ojeras. Seas invitada, dama de honor, testigo, madrina o, sobre todo, novia, las ojeras son el enemigo n. 1 del look radiante que todas queremos en este día. Pero, ¿por qué salen? ¿Hay alguna manera de evitarlas?
Aunque se asocien al cansancio y a haber pasado una mala noche, hay muchos motivos por los que nos salen estas medias lunas oscuras y con algo de hinchazón bajo los ojos. La razón principal por la que aparecen las ojeras es porque la piel en torno a los ojos es mucho más finita que la del resto del cuerpo, y en determinadas condiciones deja que las venitas de este área sean más visibles y la zona aparezca oscura. Bien porque se incrementa el flujo sanguíneo en la zona, bien porque la piel se vuelve más pálida y translúcida. El tono en el que pueden aparecer las ojeras puede ser verdoso, morado, marrón o azulado dependiendo del tipo de piel.
Entre los motivos que disparan estos cambios está, desde luego, el cansancio, aunque también la edad: según nos vamos haciendo mayores la piel va perdiendo colágeno, se vuelve más fina, menos ‘rellenita’, y de ahí que salgan poco a poco pequeñas arrugas y también se vayan pronunciando cada vez más las ojeras.
Más motivos: algunos tipos de medicación, especialmente aquella que directa o indirectamente aumenta la dilatación de los vasos sanguíneos, vuelve las sombras oscuras bajo los ojos más intensas en color, y por eso las vemos más. Una alimentación inadecuada también puede convertirse en un provoca-ojeras con el que no contábamos, algo que muchas veces va asociado a etapas de estrés y ansiedad (si estas en plena organización preboda seguro que se ta ha pasado la hora de comer más de una vez, o pedido comida a domicilio más a menudo que de costumbre); el incremento en el consumo de sal o la falta de determinados nutrientes, como por ejemplo el hierro, puede decolorar ligeramente la piel en este área o hacer que los vasos sanguíneos estén más cerca de la superficie. De ahí que a veces nos aparezcan ojeras cuando tenemos la regla, si tenemos cierta tendencia a presentar anemia (falta de hierro).
El último motivo es puramente genético: si en tu familia hay muchas ojeras oscuras bajo los ojos puede deberse a una hiperpigmentación genética difícil de esquivar. Precisamente este tipo de ojeras suelen presentarse personas con pieles más oscuras, incluido el tono oliva de los mediterráneos.
En resumen: es muy difícil evitar o prevenir las ojeas más allá de intentar descansar y comer bien, especialmente si son de origen genético. Lo que si podemos hacer si aparecen es disimularlas, sobre todo si se trata de una emergencia beauty como el mismísimo día de la boda. Lo mejor de todo: sólo hacen falta cuatro pasos.
Paso 1: Mímalas
Si tienes propensión a las ojeras prueba con un tratamiento a largo plazo para el contorno de ojos, que hidrate la zona y que ayude con la pérdida de colágeno. De este modo te evitarás sorpresas inesperadas o al menos podrás tenerlas un poquito más bajo control en épocas de estrés. Prueba con productos específicos que contengan colágeno, ácido hialurónico, ácido glicólico, vitaminas, retinol y aceites naturales que prevengan la hinchazón.
Paso 2: Neutralízalas
Para neutralizar el color de la ojera hace falta un corrector, y no un corrector cualquiera: tenemos que elegir el color dependiendo del tono de nuestra ojera. El tono ‘azulado’ que asociamos a las ojeras y bolsas en realidad cambia dependiendo del tipo de piel: lo que vemos no es piel azul, sino el vaso sanguíneo a través de la piel, y ésta tiene una mayor o menor cantidad de melanina que es la que hace que cada ojera tenga un color diferente, a veces incluso de un ojo a otro. Las ojeras deben neutralizarse con un corrector en el tono complementario (es decir, el opuesto dentro del círculo cromático): ojera azul o morada -> corrector melocotón; ojera verde o marrón oscuro -> corrector amarillo. Los tonos básicos que se utilizan para neutralizar la ojera son el verde, el azul, el amarillo y el melocotón pero cada piel es diferente, así que prueba todos los productos que puedas antes de decidirte por uno: lo importante es que al aplicarlo, el corrector se ‘funda’ con el color de la piel. Una vez tengas el tono adecuado, aplica el producto con toquecitos suaves, sin arrastrar el dedo, bajo la línea inferior del ojo, y deja que se absorba.
Paso 3: Ilumínalas
En algunos casos es necesario iluminar algunos puntos de la zona del ojo para atraer más luz a la mirada. Utiliza un producto ligeramente más claro que tu tono de piel, y aplícalo suavemente con un pincel sobre el párpado inferior. Funcionan los tipo bolígrafo, con pincelito incluido, que permiten aplicar el producto en minidosis.
Paso 4: Matifícalas
Una vez se haya absorbido el producto, puedes utilizar la base de maquillaje que emplearías normalmente y matificar con polvos traslúcidos sin brillos que ayuden a fijar el producto. Si normalmente los aplicas en la zona ‘T’, amplía la aplicación también a la zona de las ojeras, sin llegar a tocar la mejilla.
Ahora que ya sabes cómo disimular las ojeras, descubre 10 tipos de coleta para tu peinado o cómo lucir una trenza de espiga.
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