Cada día se cruzaban por la Facultad de Derecho de Sevilla sin saber que estaban hechos el uno para el otro y que se darían el “sí, quiero” el 13 de septiembre de 2014. Qué caprichoso es el destino, ¿verdad? Pero antes de comentar todos los detalles de la boda de Vanessa y Pancho, queremos hacer mención a la pedida de mano, ya que fue lo más romántica y especial al realizarse en uno de los monumentos más emblemáticos de la capital francesa.
Él la sorprendió con un espectacular viaje a París y fue en la Torre Eiffel donde la dejó boquiabierta y sin habla, al enseñarle un precioso solitario de diamante y oro blanco que diseñó él mismo para la que es hoy, la mujer de su vida.
Los novios
Vanessa, desde el primer momento, tenía claro que el día de su boda quería lucir dos tipos de vestidos. De ahí que para la ceremonia se decantara por una joya de Antonio Belmonte, del atelier Blanco & Belmonte. Un elegante diseño realizado en crep de seda, velado con georgette y con motivos de hojas realizadas en rocalla en las hombreras. Un vestido al que añadió un cinturón y una tiara floral, ambos en latón dorado.
Y, para el baile, se desmelenó y se inclinó por un vestido palabra de honor en color champán con motivos florales en relieve. Sin duda, una opción de lo más acertada para no dejar de bailar en el día más importante de su vida. También sabía que los zapatos de su boda no serían blancos, de ahí que llevara unas bonitas sandalias doradas de LODI.
Respecto a las joyas, para el primer vestido, la novia lució unos elegantes y sofisticados pendientes de oro y diamantes de su madre que también pertenecieron a su abuela, y el anillo de pedida que le regaló Pancho en su viaje a París. Y para el segundo look, apostó por unos pendientes largos dorados con motivos florales de la firma Dublos y por una pulsera de Tous que le regaló su querida madre.
Del ramo de la novia se encargó Azucena Arte Floral y lo realizó con rosas de pitiminí e inglesas rosas y varitas de nardos, tal como solicitó Vanessa en su día.
Para el maquillaje, confió nuevamente en el diseñador de su vestido de novia, Antonio Belmonte, que además de ser diseñador también es un excelente profesional del mundo de la belleza. Y del pelo de Vanessa, se encargó Eva de Dryas Eventos, su peluquera de toda la vida, ya que no hay nadie mejor que ella que conozca su cabello y sus gustos.
Pancho, por otro lado, llevó un elegante chaqué azul marino de Lista Sastrería que lució con chaleco cruzado beige, corbata estampada y los gemelos personalizados que le regaló Vanessa en su primer aniversario de novios.
Ceremonia y banquete
Como bien hemos mencionado al principio, la boda de Vanessa y Pancho se celebró después del verano, a la vuelta de las vacaciones, el día 13 de septiembre de 2014. La ceremonia tuvo lugar a las 19 horas en la Capilla de los Marineros y el banquete lo realizaron en la Hacienda Los Frailes de San Alberto.
Para el convite se decantaron por el catering Moyano Rodriguez y pudieron degustar nada más y nada menos que 42 tipos de aperitivos, entre ellos: jamón ibérico, bufet de quesos, venenciador y bodegón de botellines.
La decoración floral del evento fue obra del catering y de Azucena Arte Floral, y se decantaron por flores de distintos tonos a juego del ramo de novia. Y para las mesas, escogieron unos botes de cristal con cinta de encaje que usaron como centros de mesa.
Para los invitados, tuvieron el detalle de obsequiarles con unas pulseras que hizo Vanessa con la ayuda de su hermana y su padre, y las de sus amigas más íntimas eran más especiales porque tenían sus iniciales grabadas. Un regalo de lo más acertado y original.
Y para tener un hermoso recuerdo del día más especial de sus vidas, contactaron con Albert Pamies, un excelente fotógrafo con el que estuvieron súper a gusto desde el minuto uno. Sin duda, una de las mejores elecciones que tomaron los novios, ya que no les defraudó en ningún momento e hizo un trabajo insuperable.
Baile de los novios
La música no dejó de sonar en la boda de Vanessa y Pancho. Para la entrada al salón, eligieron la canción Marry You, de Bruno Mars, un tema que se sabían todos los invitados y que acompañaron con palmas al ritmo de la música. Y para el primer baile de casados, renunciaron al clásico vals y bailaron la pieza musical Vivir la Vida, de Marc Anthony, con una coreografía que preparó Vanessa.
Sin duda, una boda única y muy especial tanto para los novios como para la familia y amigos. ¿Os ha gustado esta boda? No os perdáis la de Isabel y Álvaro o la de Rosi y Javi.
Lugar de celebración: Hacienda Los Frailes de San Alberto | Vestido de novia: Blanco & Belmonte | Traje de novio: Lista Sastrería | Complementos de novia: Blanco & Belmonte, Dublos, Tous y LODI | Floristería: Azucena Arte Floral | Catering: Moyano Rodriguez | Fotógrafo: Albert Pamies | Videógrafo: Producciones Ojeda | Maquillador: Antonio Belmonte | Peluquero: Dryas Eventos | Invitaciones: Invitaciones Quiéreme | Photocall: Photocall Sur
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