Las alergias alimentarias están a la orden del día: cada día más personas tienen una intolerancia diagnosticada, no porque haya más casos que antes, sino porque antes no se diagnosticaban tan a menudo como ahora. Si a esto le sumamos que no todos los invitados van a comer carne o lácteos porque son vegetarianos, componer el menú de la boda puede convertirse en una pequeña odisea.
Entonces, ¿es necesario tener una opción vegana? ¿Cuándo es el mejor momento para preguntar a los invitados por las restricciones alimentarias? Al final en las bodas todo se reduce a lo que decidan los novios, así que no hay un protocolo específico para determinar cuántos menús hay que tener preparados, o si es necesario prepararlos en absoluto. Las bodas son eventos privados, y como tal, no se rigen por una etiqueta concreta. Antes de lanzarte a elaborar distintos menús, es importante saber distinguir en qué consiste ser vegetariano o vegano, o tener una alergia alimentaria.
Dietas vegetarianas y veganas
Son todas aquellas personas que por distintas razones deciden de excluir ciertos grupos de alimentos de origen animal de su dieta. Existen muchos tipos distintos de vegetarianos, con versiones más o menos extremas dependiendo de los alimentos que se restrinjan.
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Lactovegetarianos
Vegetarianos que comen alimentos de origen vegetal (claro), además de lácteos. Es decir, no tendrán problemas con el queso del cóctel o las cremas, siempre que no incluya caldo de carne o pescado.
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Ovolactovegetarianos
Su dieta abarca todos los alimentos de origen vegetal, además de los lácteos que mencionábamos antes y huevos, ampliando las posibilidades desde el huevo de codorniz hasta la mayonesa y la tarta de bodas (sin manteca).
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Flexivegetarianos
Los flexivegetarianos son vegetarianos que incluyen ocasionalmente en su dieta algunos alimentos de origen animal, sobre todo el pescado y derivados del mismo. Si el pescado es un alimento fijo de su dieta, es probable que se les conozca como ‘pescetarianos’.
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Veganos
Es la versión más estricta de vegetarianos que existe, y suele ser un estilo de vida más que una dieta. Las personas veganas solamente comen alimentos de origen vegetal, reduciendo muchísimo las posibilidades del menú, que deberá dejar fuera carnes, pescados, mariscos, huevos y todos los lácteos.
Invitados alérgicos
Empezando por la celiaquía, que es la intolerancia crónica al gluten, un conjunto de proteínas muy pequeñitas presentes en la harina de algunos cereales, como el trigo, la cebada o la avena. Es decir, los invitados alérgicos al gluten no pueden comer ningún alimento que incluya esta proteína (por ejemplo el pan, la pasta o incluso la cerveza o el baquillo de un helado), a menos que sea una variante específica del mismo, pero sin gluten. La intolerancia a la lactosa actúa de forma parecida: no se trata tanto de una alergia a la leche como al azúcar presente en la leche, que no puede ser absorbido correctamente y produce una serie de síntomas digestivos. La intolerancia a la lactosa es distinta a la alergia a la leche, o más concretamente, a la alergia a la caseína y las proteínas del suero, que, además de síntomas puede llegar a producir un cuadro alérgico más grave como la anafilaxia, similar a lo que sucede si un alérgico como frutos secos, marisco o soja.
¿Cuántos menús distintos necesitas?
No se trata tanto de crear un menú de boda específico para cada invitado como de buscar un catering que sea capaz de adaptarse a estas necesidades. Normalmente, los invitados deberían comunicar estas restricciones cuando confirman asistencia (no está de más recordárselo), es decir, unos tres meses antes de la boda, que es cuando se envían las invitaciones. El espacio de celebración lo habréis reservado mucho antes, casi al mismo tiempo que cerrasteis la fecha de la ceremonia, así que es importante tener las opciones habladas de antemano.
Casi todos los catering disponen de alternativas específicas para cada restricción alimentaria que se presente: es más, a la hora de elegir los menús, es importante que solicitéis un listado con los ingredientes y alérgenos de cada plato, lo mismo que harías en un restaurante si fueses a cenar con una persona alérgica o vegana. De este modo, cuando un invitado os comunique que, por ejemplo, sufre de celiaquía o no come pescado, podáis saber enseguida si hay platos del menú que es necesario adaptar. Si tienes una web de boda, puedes añadir el menú definitivo con ingredientes y alérgenos para que los propios invitados puedan consultarlo por adelantado. Recuerda que no se trata tanto de evitar alimentos que no les gustan (por ejemplo, el ajo, la cebolla o el tomate), como una necesidad alimentaria diagnosticada o, en el caso de los vegetarianos, una restricción relacionada con sus emociones e ideología.
Una vez comiences con la organización, y especialmente si vas a disponer de un bufet de algún tipo donde los invitados puedan tener acceso a una barra libre a snacks y canapés, asegúrate de etiquetar correctamente todos los platos para que los invitados que puedan disfrutar de la comida sin tener que preguntar al maître. “Sin frutos secos”, “Sin lácteos”, “Sin gluten”, “Vegetariano”, “Vegano”… Si sabes que algún invitado tiene una alergia severa, hablálo con antelación con el catering para disponer los alimentos de manera que no haya contaminaciones cruzadas.
Otros tipos de menú
Además de las alergias y las restricciones relacionadas con los alimentos de origen animal, es posible que haya algún invitado que requiera de un menú diferente al resto por motivos culturales o religiosos. Algunas opciones que deberás contemplar con el catering: los alimentos y bebidas halal, aptos para el consumo de la población musulmana, o los alimentos kosher, que respetan las prescripciones rituales del judaísmo.
Como veis hay muchas posibilidades y lo ideal sería encontrar un catering que pueda adaptarse a las diversas opciones que existen. Por eso, te recomendamos que eches un vistazo a nuestro directorio donde verás una gran variedad de caterings por provincia y seguro que puedes encontrar lo que necesitas.
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