Cuando Natalia y Nacho coincidieron en un bar, poco se imaginaban que años después se darían el sí quiero en una preciosa boda de inspiración boho vintage fotografiada por Sara Lobla.
La pedida de mano, romántica donde las haya, ya dejaba entrever que la suya sería una boda diferente y con estilo: “Nos fuimos a dar un paseo a Hyde Park, ya que por aquel entonces vivíamos enfrente. Después de eso, cenamos en un italiano y cuando llegamos a casa, todas las escaleras estaban llenas de velas haciendo un recorrido que llevaba directamente a la mesa de la sala de estar, donde me encontré con un ramo de flores y una caja increíble con mi precioso anillo”, recuerda Natalia. “La verdad que no me lo esperaba, fue totalmente chocante y sorprendente. ¡Me encantó!”
Tras la pedida de mano, Natalia y Nacho empezaron a organizar su boda, una labor para la que contaron con la ayuda de las wedding planner de Valentinas, que lograron que todo saliera tal y como ellos esperaban, con ese toque vintage lleno de elegancia que Natalia impuso también a su vestido de novia.
“Quería algo Inspirado en las ultimas colecciones de Valentino y estilo años setenta”, explica Natalia que añade que cuando vio los diseños de Cristina Piña, quien finalmente creó su vestido, no tuvo dudas. “Es una diseñadora genial y captó perfectamente mi idea aunque no tuve demasiado tiempo para arreglos ya que su taller está en Madrid y por aquel entonces yo vivía en Londres”.
Como complementos, Natalia apostó por su anillo de pedida, de la joyería Yanes, unos pendientes de perlas y un tocado de inspiración años 70 de Mimoki. Los zapatos, unos peeptoes blancos con encaje de Pura López, garantizaban la elegancia y la comodidad al mismo tiempo. Y para el ramo, Natalia optó por un bouquet asimétrico con toques silvestres compuesto sobre todo por rosas blancas inglesas, obra de Verde Pimienta.
El peinado y el maquillaje corrieron a cargo de Bajobé Makeup Studio que consiguieron crear para Natalia el look perfecto: maquillaje en tonos suaves, uñas rojas para resaltar sus manos y un recogido con mechones sueltos que restaba formalidad al conjunto. ¡Estaba guapísima!.
Nacho, por su parte, apostó por un traje de estilo italiano que complementó con toques de rojo (a juego con las uñas de la novia), en los tirantes. La corbata en tonos marrones y azules era el complemento perfecto para su camisa, a cuadros azules y blancos.
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Parroquia de Santa Leocadia, en Toledo y tras ella, y sin olvidarse de la típica lluvia de arroz y pétalos, los novios se marcharon acompañados por Sara Lobla a hacerse sus primeras fotos como marido y mujer.
Para esas primeras fotos como casados, aprovecharon tanto las calles de la preciosa Toledo, como los interiores del Cigarral del Ángel Custodio, donde tuvieron lugar el convite y la posterior celebración.
Al llegar al Cigarral del Ángel Custodio, los invitados pudieron disfrutar del cóctel, servido al igual que la cena por el cátering El laurel, y empezaron a descubrir la decoración creada para la boda por sus wedding planners. Una preciosa barra de bienvenida, pompones y guirnaldas en el techo y las paredes, juegos de té como regalo para los invitados…
Y tras el convite, el baile de los novios, el arranque de una fiesta que duró hasta la madrugada y en la que tanto Natalia y Nacho como sus invitados pudieron disfrutar de la boda juntos y más relajados tras superar los nervios del gran día. ¡Enhorabuena a esta pareja y muchas gracias por compartir vuestra boda con nosotros!
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