¡Un chin-chin por los novios! Por qué es bueno brindar con tu pareja según la ciencia
De acuerdo con un estudio publicado en The Journals of Gerontology: las parejas que beben juntas se quedan juntas
De acuerdo con un estudio publicado en The Journals of Gerontology, las parejas que beben juntas se quedan juntas. ¿Será por qué el alcohol exalta las demostraciones de afecto? Fuera bromas, lo cierto es que el estudio encontró que las parejas mayores de 50 años de edad tenían mejores matrimonios si ambos brindaban juntos o si ambas partes se abstenían de hacerlo. Sin embargo, si una de las personas de la relación se mantenía sobria mientras que la otra bebía, las parejas eran mucho más propensas a informar de matrimonios insatisfechos, especialmente las mujeres.
Según la agencia Reuters, los investigadores encuestaron a 4.864 personas casadas durante un promedio de 33 años. El estudio preguntó a los participantes cuántas veces por semana bebían, y cuánto pasaba por su garganta una vez empezaban. A continuación, los investigadores preguntaron si encontraban a su cónyuge “irritante, crítico o demasiado exigente.”
Las mujeres casadas que reportaban el consumo de alcohol, manifestaban un aumento en la calidad marital con el tiempo si los esposos también presentaban tal consumo. Así mismo la disminución de la calidad se sucedía cuando una de las partes no presentaba consumo alguno, según señala el resumen de los resultados.
Los investigadores no están seguros del por qué de estos resultados. Podría ser simplemente que las parejas que no comparten actividades de tiempo libre juntas carecen de una cierta armonía conyugal. De hecho, el estudio muestra que no se trata de cuánto beben estas pareja, sino simplemente si lo hacen en absoluto.
Y por supuesto, que estas parejas sean más felices no significa que no tengan problemas. De hecho, la bebida entre las personas mayores se está convirtiendo en un problema más grande. El 20 por ciento de los hombres y el 6 por ciento de las mujeres del estudio tenían problemas significativos con ésta. De hecho, los bebedores serios, tienen habitualmente relaciones difíciles con las personas de su alrededor, en particular con sus parejas.
Parece que el sentido común por lo tanto, es la conclusión que dicta esta investigación. Es bueno salir por ahí, y relajarse tomando una copichuela con nuestra alma gemela, o compartir un baso de vino antes de la cena. Seguramente nos ayude a relajarnos, y a pasar juntos un ratito distendido. Pero no debemos perder de vista que el objetivo no debe de ser la bebida sino la compañía. A nadie le gusta ver a nuestro amor completamente pasado de rosca, ni tener que llevárnoslo a casa a la silla de la reina.
Así que moderación, alzad las copas, ¡y brindemos por los novios! ¡Chin-chin!
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