La de Jordi y Jenny es una de esas bodas que, en cuanto empiezas a ver sus fotos, te das cuenta del cariño que debieron poner los novios en todos y cada uno de los preparativos. Con el cine como temática de fondo, esta pareja preparó una romántica boda, llena de detalles que hoy compartimos con vosotros gracias a las preciosas imágenes captadas por Norma Grau.
Siendo Jenny periodista cinematográfica, no es difícil entender que se decidieran por una boda de cine. Y es que casi de cine fueron también cada uno de los aspectos de la ceremonia, la posterior celebración y, cómo no, los preparativos de los novios que estuvieron ayudados por las wedding planners de Good feelings events.
Para su gran día, Jenny apostó por un diseño que su propia prima había creado para ella siguiendo la tradición familiar. “Mi tía había hecho el vestido a mi madre, así que pensamos que sería buena idea que mi prima me lo hiciese a mí”. El resultado fue un vestido único, con toques muy personales en el escote, que se prolongaba por la espalda y un fruncido a modo de cuerda en la cintura. ¡Espectacular! Una corona de flores de Sweet boheme contribuyó a dar un toque aún más romántico al modelo.
Como joyas Jenny lució apostó por piezas que tenían un gran valor sentimental para ella y así, todos los complementos eran de su abuela. Entre ellos destacaban un precioso anillo y unos espectaculares pendientes de zafiros y brillantes. Tampoco descuidó la elección de los zapatos, que ella misma diseñó en Shoes of prey, aunque no quiso olvidarse de un modelo de Michael Kors que le regaló su madre y que lució en diferentes momentos del día.
Pero si la novia estaba impresionante, el novio no fue menos. Jordi apostó por un traje de chaqueta que complementó con una pajarita, muy al estilo de los esmoquin. Además, muy detallista, llevaba unos gemelos con la letra J, el reloj de su bisabuelo, y las iniciales JJ grabadas en los puños de la camisa.
Para la novia, las sorpresas y las emociones comenzaron incluso antes de salir del hotel en el que se había estado preparando, cuando el hermano de Jenny llegó a la habitación para entregarle el ramo de novia, muy bonito elaborado en los mismos tonos que el tocado. Fue un momento precioso, en el que la novia apenas pudo contener las lágrimas y que quedó retratado por la cámara de Norma Grau.
Mas Bonvilar, una antigua masía cuya arquitectura inicial se remonta al siglo XVIII y en la que destacan su fachada y su torre de aspecto señorial, fue el lugar elegido por los novios tanto para la ceremonia religiosa, como para el convite. La primera, se celebró en la ermita de la masía, donde el novio llegó del brazo de su madre y madrina. La entrada de la novia y las miradas que Jenny y Jordi se cruzaron mientras ella avanzaba por el pasillo nupcial hicieron que más de un invitado no pudiera contener las lágrimas.
La ceremonia estuvo llena de anécdotas y en ella, los amigos de los novios tuvieron un papel muy destacado.
Tras el sí quiero, los novios, a los que la lluvia respetó a la salida del templo, se hicieron sus primeras fotos como marido y mujer con Norma Grau tras la cámara. Fue entonces cuando se vivieron algunas de las escenas más bonitas del día, que la fotógrafa no dejó de inmortalizar.
Mientras tanto, sus invitados disfrutaban del cóctel, a cargo del cátering Airolo y empezaron a descubrir los miles de detalles que las wedding planner de Good feelings Events habían preparado junto a los novios.
Todo se centraba en el cine: el sitting eran entradas de cine, con el número de sala para indicar la mesa, las mesas estaban decoradas con VHS de películas clásicas Indiana Jones, Grease y antiguas cámaras de Super8 y bobinas de película antigua estaban colocadas aquí y allá para deleite de los invitados . ¡Tal fue el esfuerzo de los novios y sus wedding planners porque todo saliese perfecto que, finalmente, tras la lluvia inicial, hasta el tiempo pareció maravillarse y la cena pudo servirse al aire libre con cubos de maíz y palomitas como centros de mesa!.
Pero el convite no supuso el final de las sorpresas: durante la cena, los novios dedicaron unas palabras de agradecimiento a sus invitados que, a su vez, les sorprendieron con canciones y coreografías de diferentes musicales. ¡Incluso llegaron a cantarles a capella cuando, al empezar el baile de los novios, hubo un problema con la música! ¡Todo de película!
Y es que, cuando unos novios se involucran tanto en los preparativos de su boda como lo hicieron Jenny y Jordi, no hay nada ni nadie (ni siquiera el mal tiempo) que pueda deslucirla ni estropearla. ¡Enhorabuena a los novios y muchas gracias por compartir vuestro gran día con nosotros!
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