Después de mi paso por Barcelona Bridal Week y de mi repaso en el backstage de todos y cada uno de los trajes de novia que se iban a presentar, tuve claro que los vestidos de Yolan Cris iban a formar parte de la sesión de fotos que llevaba meses dando vueltas en mi inquieta imaginación.
Me emocionó muchísimo recibir prestado este maravilloso vestido de novia que un par de semanas antes había salido a la luz en el desfile de Yolan Cris. Podría decirse, de alguna manera, que yo protagonicé con mucho orgullo su estreno editorial.
No era la primera sesión de fotos que organizaba ni será la última. Las fotos que, por ejemplo, ilustran la entrevista que le realicé a Sole Alonso, también son el resultado de una producción fotográfica basada en el concepto estético de la película La Princesa Prometida y, las fotos, consiguieron emocionar a todos los que las vieron.
Así, en la reserva natural que alberga la playa y las cuevas de Barayo en el Principado de Asturias un domingo sorprendentemente soleado, un gran equipo profesional y humano y yo, nos pusimos manos a la obra para lograr estas fotografías inéditas que hoy la revista de Zankyou presenta a sus lectores en exclusiva.
Tenía en mente hacer unas fotos ligeramente transgresoras, libres de velos, ramos y, por supuesto, zapatos. Es básicamente de lo que se trata en un editorial de este tipo, mostar un estilo concreto y hacerlo con fuerza.
El maquillaje corrió a cargo de Lorena Carbajal, counter manager de MAC Asturias. Ella es, a mi parecer, la mejor maquilladora del norte, motivo por el cual su agenda de novias siempre está a tope.
Por su parte, Julio Suárez, dueño y alma de la peluquería que lleva su nombre, consiguió con sublime naturalidad una trenza despeinada y peinada que remató con un tocado muy boho chic de Mimoki. Contradictorio sí, pero cierto. Cada vez detesto más los peinados estirados, simétricos y perfectos, llenos de laca que le roba al cabello todo su brillo natural.
¡Y menos mal que contamos con la diseñadora Carla Rojo Casado como ayudante de producción! ¿Sabéis que solo se puede llegar a pie a esta reserva natural tras 30 minutos de escabroso camino en pendiente? Pues lo hicimos con todos los bártulos de maquillaje y peluquería, el equipo técnico de fotografía, la ropa, los complementos, un par de mantas para poder mantener el material más sensible alejado de la arena y el sol… una meditada locura.
Si bajar todo aquello fue complicado, ¡imaginad con el cansancio acumulado hacer la subida de regreso a casa! Más de 45 minutos de caminata cuesta arriba que a la vista de las fotos realizadas con mucho arte y estilo por La Mar Studio mereció la pena.
Juzgadlo vosotros mismos.
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