A Elsa y a Camilo los unió Australia. Ella había ido a estudiar inglés y él, chileno, a estudiar un máster. Bastó una fiesta para que se dieran cuenta de que su destino se escribía el uno junto al otro y, el pasado mes de julio, su historia de amor culminó en una boda llena de detalles retratada por Lucía y Natalia, de Lucía Romero fotografía.
El vestido de la novia, siempre el secreto mejor guardado, no decepcionó. Elsa apostó por un modelo de la colección Glamour de Pronovias realizado en tul petit pois, con escote corazón y falda princesa con godets. El cuerpo del vestido estaba rematado con aplicaciones de encaje y tul bordado con pedrería nacarada y perlada del escote hasta la falda.
Como complementos, Elsa lució unos zapatos de Bruno Paoli y un ramo con incrustaciones de pedrería de Arco Flor. Las alianzas las eligieron en Chile, en la joyería Helminger. Y como no podía ser de otro modo, para un día tan especial Elsa no quiso descuidar su look y apostó por la peluquería Trendy, cuyo equipo resaltó sus rasgos con un precioso recogido bajo.
Camilo, por su parte, apostó por un traje de novio en color negro, que combinó con un chaleco en color gris perla y una corbata rayada para caminar hasta el “altar” del brazo de su madre y madrina.
La ceremonia y el posterior convite se celebraron en la Hípica de Tres Cantos. Hasta allí llegaron los novios y sus invitados para celebrar una boda que, ya desde la ceremonia, estuvo cargada de detalles, como el hecho de que fuese un amigo de la pareja el que la oficiase. “Fue todo muy emotivo y personalizado. Completamente hecho para nosotros”, explica la novia.
Tras el sí quiero, y no sin antes recibir las felicitaciones de sus amigos, los novios se hicieron sus primeras fotos como marido y mujer. Unas imágenes llenas de ternura que Lucía Romero fotografía captó a la perfección.
Cuando llegó el momento de disfrutar del banquete, los invitados comprobaron que todos los detalles estaban cuidados al máximo, empezando por los meseros. “Cada mesa tenía el nombre de alguna ciudad a la que hemos viajado juntos, y cada invitado recibió una chapa con el nombre de su mesa”, explica la novia. También hubo una candy bar que permitió a los invitados endulzar el final de la fiesta.
Siendo Elsa y Camilo una pareja tan viajera, no podía ser que los viajes no estuvieran también muy presentes en los detalles para sus amigos y familiares. “Como regalo, dimos una libreta personalizada para cada invitado, para que planificaran sus próximos viajes, con la portada decorada con sellos y pegatinas de distintos destinos del mundo donde hemos estado juntos”, cuenta Elsa. Y otro de los momentos especiales fue el de la recepción de la tarta nupcial, presidida por dos muñecos que representaban a los novios. ¡Un detalle precioso!
Y es que, la de Elsa y Camilo fue una boda llena de miradas, gestos y momentos especiales, como el del baile de los novios, que Lucía Romero fotografía captó a la perfección con su cámara. Porque cuando una pareja se quiere y disfruta de su boda, eso se refleja en sus imágenes. ¡Os deseamos mucha felicidad en vuestra nueva etapa! ¡Enhorabuena!
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