La boda que te proponemos descubrir es ¡algo fuera de lo común! Se llevó a cabo en España, en un entorno idílico lleno de agradables sorpresas. Sin embargo, los novios son del país vecino, franceses. La petición de Jean-Christophe fue absolutamente increíble. Puso en marcha toda su imaginación y montó toda una estrategia para hacerle la gran pregunta a Julie.
Gracias a la profesionalidad del fotógrafo de HD Photography y al vídeo del artista Nacho Arias Díaz podemos disfrutar de una boda tan especial como ésta.
A pesar de que nunca antes se habían visto, un amigo en común con el que salían a menudo fue el nexo de unión entre esta pareja. Una noche les presentaron y entre risas fueron entablando su primera conversación. Al día siguiente, Jean-Christophe le envió una invitación a través de una conocida red social. Empezaron a hablar todas las noches, cada vez más, sin parar hasta las cuatro de la madrugada. Un día decidieron ir a tomar una copa juntos, a partir de ese momento no se volvieron a separar. De eso han pasado ya 5 años.
¡La pedida de mano, es digna de una historia de película! Unos meses después del nacimiento de su hija, Jean-Christophe le llevó a dar un paseo con amigos por las calles de Montmartre. Durante esa tarde de verano, le regaló un retrato hecho por un artista de la Place du Tertre al que le añadió un toque personal: una cadena con un colgante en forma de llave, en el que decía que era la clave de la felicidad.
Luego continuaron su paseo por los viñedos de Montmartre, donde una adivina les detuvo en el camino. Aunque desconfiaban bastante en este tipo de cosas, se vieron tentados de hacerlo. Comenzó con Jean-Christophe, al que decía que las cosas iban a ir bien, pero nada extraordinario. Luego fue el turno de Julie, y entonces le dijo las cosas más increíbles que jamás había escuchado. Se quedó sin aliento. Al final de todas estas revelaciones, la adivina le dio en la mano un pequeño regalo que no pudo ver, le dijo que lo mantuviera lo más cerca posible de su corazón, y que no lo viese hasta que cayera el sol.
Llegó la noche y sacó el regalo de su escondite, no podía dar crédito de lo que estaba viendo, era una cadena con la misma forma que estaba dibujada en el retrato hecho unos minutos antes. Decidieron hablar de ello con una copa en los viñedos cercanos a la Maison Rose. Una vez instalados y después de pedir las bebidas, el camarero llegó con una bonita caja color caoba señalando que ese regalo era para ella. Por supuesto la caja estaba cerrada ¡con llave!
Julie sacó la llave que abrió el sésamo y encontró una hermosa carta, una increíble declaración de amor que concluyó con la magnífica frase “¿Quieres casarte conmigo?”, al mismo tiempo, Jean-Christophe le entregó una cajita abierta con el anillo. Ella sin pensarlo un segundo ¡aceptó!
El pintor, que habían conocido una semana antes, era su cómplice y le había impreso una foto para que la guardara para el día de la pedida. Además, ¡también había contratado a una actriz para interpretar a la adivina!
Los novios
Para el día de la boda, la novia eligió un vestido de la firma O’Scarlett en corte sirena palabra de honor con un bolero de encaje, un modelo sencillo y original que realzaba su figura. Para el maquillaje optó por colores cálidos, un estilo muy natural que acompañó con la melena suelta adornada con una corona en notos rosas y blancos.
Por su parte, el novio llevó un traje de Faubourg Saint Sulpice, un modelo de tres piezas en azul claro con un chaleco del mismo color, una camisa blanca, una pajarita de colores y unos zapatos en color marrón. En la solapa de la americana, una pequeña flor rosa le apostaba un toque de color muy sofisticado.
La ceremonia y el banquete
Tanto la ceremonia civil como el banquete se celebraron en el Club de playa La Cabane del Hotel Los Monteros 5 estrellas, un escenario de ensueño a orillas de mar, perfecto para pasar junto a amigos y familiares uno de los días más importantes para la pareja. Para oficiar la boda, los novios eligieron a un amigo cercano con un gran talento para la réplica y una verdadera vocación de orador.
En cuanto a la decoración floral la pareja eligió tonos rosas y blancos que aportaban frescura y un toque de elegancia. Tanto para el ramo de la novia, los centros de mesa, arco ceremonial, ceremonia de flores o las sillas, contaron con un equipo de floristas profesional.
Para amenizar la boda, contaron con distintos tipos de animación en cada momento de la boda. Una cantante española con un guitarrista les deleitó durante la ceremonia, un cortador de jamón y un experto en mojitos en el bar de cócteles, un espectáculo de flamenco durante la comida, fuegos artificiales al final de la fiesta…
Como obsequio para los invitados, los novios optaron por crear un tipo de revista con fotos suyas, artículos, recetas de sus cócteles favoritos… Un detalle muy original que los invitados podían hojear durante la cena y conocer más a cerca de la pareja.
Baile de los novios
Uno de los momentos más destacados de la boda fue los fuegos artificiales y el posterior baile. Una verdadera sorpresa, con la que todo el mundo se puso en pie, bailando y cantando en voz alta la canción elegida por la pareja, Firework de Katy Perry. Un recuerdo imborrable en la que tanto los novios como los invitados disfrutaron de un momento de euforia y alegría.
Para inmortalizar cada instante vivido durante el gran día y plasmar a la perfección todos los sentimiento y emociones, Julie y Jean-Christophe contaron con un fotógrafo, amigo de la infancia, que ya había inmortalizado varios momentos importantes de sus vidas y con el que consiguieron un reportaje fotográfico espectacular. ¡Enhorabuena pareja!
Vestido de la novia: La Sposa y O’Scarlett | Zapatos: Miss Rose | Maquillaje: Julie Fauduet, Chanel | Floristería: Virginia Florista | Traje del novio: Faubourg Saint-Sulpice | Localización: Club de Playa La Cabane | Espectáculo de flamenco: Compañía Alma | Catering: Instantoile | Fotógrafo: Fotografía HD | Videógrafo: Nacho Arias Díaz
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